¿De quién es la culpa de que la temporada de la MLB esté en peligro?

Estamos a mediados de junio y hay un panorama muy complicado con respecto a la realización de una posible temporada de la MLB. Alrededor de las Grandes Ligas muchos se preguntan, ¿qué hace falta para que haya un acuerdo y se juegue en 2020?

Tanto la oficina del comisionado como el sindicato de jugadores han expuestos sus distintos puntos de vista con respecto a los escenarios planteados para que haya campaña. La postura de Rob Manfred es que los jugadores deben salir a jugar con recortes salariales importantes, que para muchos no es otra cosa que un mensaje acerca de que no vale la pena uniformarse, y menos en medio de una pandemia como la del COVID-19.

Por su parte, Tony Clark ha defendido con argumentos sólidos a los peloteros, donde siempre ha dejado claro su intención de jugar, pero con sueldos prorrateados. Además, Clark ha insistido que los jugadores están listos para reportarse en condiciones sin precedentes, que podrían afectar su salud, pero respetando sus contratos al 100%.

La MLB rechazó la propuesta de los jugadores de una temporada de 114 jugadores y un pago prorrateado completo, además de las concesiones salariales que afectaría enormemente a los jugadores mejor pagados.

La intención de Manfred es que se juegue entre 48 y 54 partidos y aplicar el prorrateo completo, propuesta que fue rechazada por la parte que representa a los jugadores.

En este punto de las negociaciones, el desacuerdo es rotundo entre Manfred y Clark, quien sigue dejando en claro la posición de la asociación.

Recientemente, la MLB comunicó su intención de realizar la temporada 2020 recortada de manera impuesta a menos que los jugadores negocien concesiones salariales, una acción que fue tomada como una amenaza, pero que al mismo tiempo genera una postura generalizada de no salir a jugar.

En caso de no jugarse los jugadores pudiesen ser señalados como los grandes malvados de esta historia, pues ante la opinión pública, el comisionado entregó lo que parece ser una propuesta sensata que se adapta a los tiempos que vive el mundo y de la que el béisbol no es ajeno.