EL RELEVISTA | El buen presente de los Knicks hace justicia con el gran mercado que es Nueva York para la NBA
Por Gonzalo Rodríguez Crespo
El avance que mostraron los New York Knicks en la temporada 2020-21 de la NBA, alcanzando los playoffs por primera vez en más de cinco años, puede ser un buen augurio para la economía de la liga. La franquicia va encaminada a volver al primer plano y así hacer justicia con el alto valor que tiene en el deporte profesional de Estados Unidos.
El dueño James Dolan se esforzó en hacer más fuerte a la organización y los resultados hasta ahora son positivos. Conservó la buena base que tuvieron la campaña pasada, liderada por Julius Randle y RJ Barrett además del veterano y respetado coach Tom Thibodeau. A eso le añadieron a Derrick Rose junto con efectivos tiradores como Evan Fournier y Alec Burks. La guinda del pastel es la adquisición de Kemba Walker, el complemento ideal para dar un paso adelante.
Con estos nombres, los Knicks lucen. No son tan fuertes como otros equipos de la zona como los Milwaukee Bucks, los Philadelphia 76ers o el Miami Heat. Para subir a ese escalón les falta, pero ahora es menos que en el pasado. Y esto lo deben agradecer en la NBA.
En las oficinas de la liga tiene que existir complacencia porque esta es una franquicia de las más valiosas en Estados Unidos, según la revista Forbes. Alcanza un valor de 4.6 billones de dólares, por encima de otras más exitosas como Golden State Warriors y Los Angeles Lakers.
La razón de esta superioridad viene dada por las potencialidades de un mercado inmenso como lo es Nueva York. Aunque es claro que este equipo aún no es uno de los llamados "grandes" de esta era, el impacto que podría tener en ventas e ingresos si lo logra serían estratoféricos.
Unos Knicks que puedan construir un grupo contendiente por varios años, o un lustro para ser más ambiciosos, lograrían un boom pocas veces visto en la NBA o en cualquier otra liga profesional. Las bases parecen haber sido construidas. Con la posibilidad de ser generadora de mucho dinero pueden abrir espacio para entrada de dos superestrellas y asumir el pago del impuesto al lujo.
Pensar en los Knicks con un sólido Big Three es intuir que sería un motor para facturar en ventas de souvenirs, camisetas, entradas, derechos de transmisión, que ayudará a potenciar la marca de la NBA. Solo resta esperar porque esto ocurra.