MLB analiza el impacto que representaría jugar en los estadios del Spring Training sin fanáticos
Por Rayner Rico
Desde las oficinas de Rob Manfred, comisionado de la MLB, están realizando esfuerzos extraordinarios para sacar adelante la temporada de 2020. Muchas propuestas han llegado sobre su mesa y la última de ellas fue la de iniciar en las sedes que los equipos usan en los Spring Training y sin público.
Esta idea no luce descabellada. Tomando en consideración que los directivos y jugadores han mostrado interés porque la contienda salga a flote una vez se haya superado la crisis de salud por el Coronavirus; sin embargo, la ejecución no resulta sencilla y es poco rentable.
Uno de los principales flujos de ingreso para la liga proviene de la venta de boletos en los estadios y otro gran porcentaje de los derechos que pagan las distintas televisoras, tanto regionales como nacionales, para transmitir en vivo y directo.
Ambas fuentes económicas se ven amenazadas con esta extrema medida, en la que todos los involucrados deberán someterse a una cuarentena preventiva en pleno desarrollo de actividades. Solo una fuerte renegociación entre la liga y el sindicato de jugadores podría subsanar de alguna manera ese punto
Pero falta saber si estarán periodistas, personal protocolar y administrativo de los clubes y de las cadenas radiodifusoras dispuestos a exponerse de esa manera dadas las cifras alarmantes de contagiados que se han presentado en Estados Unidos durante los últimos días. He allí el gran dilema.
Otro de los obstáculos es la logística. De acuerdo con el reporte de Ken Rosenthal, de The Athletic, se plantea la idea de que las 30 organizaciones se reúnan en el estado de Arizona, sede de la Liga del Cactus, para que el traslado sea lo más corto posible.
Pero concentrar de esa manera aproximadamente 1.600 personas que forman parte directa e indirecta de los juegos (contabilizando a jugadores, coaches, periodistas, entre otros, de todos los equipos) va en contra de las medidas dictadas por los gobernantes y puede ser una amenaza para la salud de la región.
Todas estas diatribas nublan el panorama y atentan contra la reanudación de la MLB, que maneja el 4 de julio como fecha tentativa de inicio de la ronda regular, misma que sufrirá una importante reducción de juegos en el calendario.