OPINIÓN | Astros se abren a una nueva era al confiar en la conducción de Dusty Baker
Por Gonzalo Rodríguez Crespo
Los Astros de Houston pasaron la página del robo de señas y todo apunta a que le darán un vuelco de 360 grados a la dirección del equipo con la contratación de Dusty Baker. El movimiento es positivo y traerá la calma a una organización que muy golpeada por el informe del comisionado Rob Manfred sobre este problema.
El manager que ahora ocupará el asiento principal del clubhouse local del Minute Maid Park es la mejor representación posible del tradicionalismo en las mayores.
Con 70 años, Baker ha dirigido más de 3.000 partidos en las Grandes Ligas. Con su sonrisa de abuelo bonachón se espera que no dejará que hagan "travesuras" a quienes están bajo su cargo. Y lo dijo directamente: "conmigo no se robarán señas".
Pero mejor que todo este paradigma es el hecho de que Dusty es una figura respetable, que ha estado ligado al béisbol por más de 60 años y al que parece imposible de convencer para hacer algo ilegal.
Dusty Baker supo manejar bien el problema de Barry Bonds
No hace mucho tiempo atrás, Dusty Baker tuvo que lidiar con una situación complicada dentro del vestuario. El problema tenía nombre y apellido: Barry Bonds y su vinculación con el uso de esteroides en el béisbol.
Todo lo hizo con moderación, poniéndose en los zapatos del ex jugador de los Gigantes de San Francisco y de todos los que de alguna manera tenía que ver con el equipo. No fue públicamente un destructor de su jugador pero tampoco lo defendió a ciegas. La ecuanimidad fue su signo distintivo.
Para que no hubiese un escándalo de mayores proporciones, sea por el carácter volátil de Bonds o por cualquier otra cosa, el liderazgo ecuánime y sin estridencias sentimentales de Baker permitió el tránsito a la tranquilidad.
Ya después que él se fue de los Gigantes llegó el momento para que en las mayores se enjuiciase a Barry Bonds.
Dusty Baker promueve un profundo respeto por el juego
Pero quizás lo más importante que puede legar Dusty Baker a los Astros es que serán un equipo que respetará el juego.
Dueños de uno de los grupos más talentosos en el béisbol de los últimos años, los peloteros de Houston los resultados de la investigación de Manfred dejó en el ambiente la creencia de que en el Minute Maid Park hay "banda de tramposos" de los cuales hay que cuidarse.
El robo de señas es algo tan viejo como el juego mismo y existe la certeza de que todos los equipos lo hacen. Pero lo grave en el caso de los Astros fue que se dejó al descubierto que había toda una red articulada, con recursos tecnológicos y financieros que estaba avalada además por la dirección en el terreno.
Con Baker al mando es lógico esperar que los valores positivos serán más sólidos que nunca en la escuadra del venezolano José Altuve. Y que también desecharán cualquier intento de utilizar los "atajos" que da la tecnología. Eso es lo más importante ahora mismo.