OPINIÓN | Kobe Bryant fue el jugador que hizo sufrir a nuestros equipos pero que nunca olvidaremos

Corría el año 2001 y mis Filadelfia 76ers se encontraban listos para disputar Las Finales de la NBA, luego de llegar con mucho sufrimiento a esa instancia, al dejar en el camino en siete partidos tanto a los Raptors de Vince Carter como a los Bucks de Ray Allen. Debo decir que mi corazón fue puesto a prueba de un infarto en cada una de esas series.

Con Allen Iverson a la cabeza los 76ers ahora tenían la casi imposible misión de derrotar a unos Lakers que llegaron a la final sin perder un solo partido. Así como lo leen mis amigos, esos Lakers de Shaquille O'Neal y Kobe Bryant buscaban convertirse en el primer equipo de la historia en ganar el campeonato de forma invicta.

Gracias a una histórica actuación de 48 puntos por parte de Iverson en el primer partido Filadelfia se quedó con la victoria y tengo que admitir que llegué a ilusionarme con lograr la hazaña. Pero todo fue un espejismo ya que Shaq, Kobe y Phil Jackson se llevaron los siguientes cuatro encuentros, se coronaron campeones y de paso destrozaron mi corazón.

Y así como yo tuve que soportar la amargura de ver a los 76ers perder, miles de aficionados de otros equipos vieron como una y otra vez Kobe Bryant se atravesaba en su camino. Le pueden preguntar a hinchas de los Sacramento Kings, San Antonio Spurs, Portland Trail Blazers y Boston Celtics por citar solo algunos ejemplos, de las veces que "Black Mamba" los dejó con desazón y rabia al eliminarlos.

Después de todo ese era Kobe, un jugador para el cual ser segundo no era una opción. Bryant era ese competidor que por más que hicieras fuerza por verlo perder siempre se iba a salir con la suya, ya que era parte de su ADN el triunfar y dejarlo todo en la cancha. Era el auténtico "malo de la película" ese que se aparecía en tus pesadillas para atormentarte.

A pesar de ser mi tortura en el baloncesto durante mi infancia siempre tuve un profundo respeto por Kobe. Después de todo era un jugador que dejaba hasta la última gota de sudor en la cancha y que brindaba el máximo en cada presentación. Eso es todo lo que uno puede pedir como aficionado y amante de este deporte.

La trágica partida de Kobe junto a su hija Gigi fue un golpe devastador para todos los que seguimos su carrera. Tuvieron que pasar varias horas para poder digerir una noticia de ese tipo y todavía me cuesta aceptar que no lo veremos nuevamente en el Staples Center apoyando a sus Lakers.

Pasará mucho tiempo para que la NBA pueda sanar de esta herida mortal y el mejor tributo que podemos hacer los aficionados y los jugadores es seguir apoyando y disfrutando la liga. Después de todo en gran parte gracias a Kobe Bean Bryant es que hoy en día somos adictos al baloncesto.

Siempre fuiste mi verdugo pero nunca te olvidaré Kobe. Descansa en paz leyenda.