Lejos de producir conformismo, el ganar la Serie Mundial de 2024 después de varios intentos fallidos por regresar a esta instancia activó a la gerencia de los Dodgers de Los Angeles. En las oficinas no dudaron en hacer varios movimientos de impacto en el receso de la temporada de MLB para asegurar la reedición del campeonato.
Muchas de las decisiones que tomaron han sido elogiadas por seguidores del equipo y analistas de Grandes Ligas, pues lograron adquisiciones que fortalecen la escuadra del manager Dave Roberts hasta mostrarla sin fisuras aparentes en cada departamento.
Pero no todo ha sido positivo. Más allá de esos movimientos de impacto, están algunas resoluciones que tomó el alto mando de los Dodgers que apuntan a terminar siendo contados como errores de los que se pueden arrepentir.
1. La firma innecesaria de Clayton Kershaw
Es admirable e incluso conmovedor el respeto que sienten en Los Angeles por la figura de Clayton Kershaw, un jugador franquicia que les dio varios momentos memorables. Pero hace mucho que el zurdo (un MVP, ganador de tres Cy Young, la Triple Corona y 5 títulos de efectividad) no es lo que solía ser. Se sometió a dos operaciones tras la Serie Mundial, no lanza desde agosto y no tiene fecha de regreso ni garantías de que con 37 años de edad recuperará su nivel. Su firma no era necesaria.
2. La excesiva confianza a Miguel Rojas
De una manera u otra, el venezolano siempre consigue quedarse en el equipo e incluso eventualmente ser un jugador de todos los días cuando las circunstancias así lo demandan. Pero ya Roberts tiene el infield controlado con el regreso de Mookie Betts al campocorto, la presencia de Tommy Edman y la firma de Hyeseong Kim y tiene en Enrique Hernández un utility que se crece en los playoffs. Rojas no parecía tener lugar en el plan, pero se aseguraron de mantenerlo en el roster.
3. Forzar a Shohei Ohtani a que regrese como lanzador
Se habla de que Shohei Ohtani podría incorporarse a la rotación. Con la llegada de Blake Snell y Roki Sasaki a un grupo que ya tenía a Yoshinobu Yamamoto, Tyler Glasnow y compañía no hay razones para apurar el regreso del astro japonés al montículo. Ganaron la Serie Mundial sin él y con menos figuras, están en una situación muy cómoda en este comienzo de campaña y lo sensato es proteger su inversión. Con dos operaciones en su historial, apresurar su regreso luce como un error.