¿Cometieron un error los Azulejos al priorizar la firma de Juan Soto sobre la extensión de Vladimir Guerrero Jr.?
Por Mariana Moreno
En varias ocasiones Vladimir Guerrero Jr. le dejó mensajes a la gerencia de los Azulejos de Toronto diciendo que quería pasar toda su carrera en MLB con este uniforme.
El dominicano estaba esperando una oferta de extensión de contrato por parte de la única organización a la que ha pertenecido como profesional. Mientras tanto, la gerencia declaraba a los periodistas de Grandes Ligas que mantendrían esas conversaciones en privado pero que lo consideraban una pieza central de su proyecto.
Pero en los hechos, Guerrero Jr. no fue una prioridad para los canadienses, que se confiaron del tiempo de control sobre el inicialista y enfocaron sus energías -y sus finanzas- primero en la competencia por la firma de Shohei Ohtani y un año más tarde por Juan Soto. Se dijo, incluso, que los propietarios autorizaron a ofrecerle 700 millones al jardinero y bateador zurdo.
Mientras tanto, Guerrero Jr. tuvo en 2024 una de sus mejores temporadas ofensivas (tuvo topes personales con 199 hits y 44 dobles, conectó 30 cuadrangulares, remolcó 103 carreras y dejó promedios de .323/.396/.544 con OPS de .940) que le hicieron ganar su segundo Bate de Plata. Y en paralelo, su discurso fue cambiando y dejó de pedir la extensión para considerar un cambio en su destino.
Los reportes más recientes en las mayores señalan que el jugador de 25 años de edad finalmente recibió una oferta de extensión y la rechazó. Era por 340 millones de dólares, menos de la mitad de lo que estaban dispuestos a pagarle los Azulejos a Soto antes de que anunciara su firma con los Mets.
El problema para Toronto es que se le acabó el tiempo. No consiguió a "La Fiera" Soto y también puede perder a Vladdy Jr., cuyo valor de mercado está por encima de la oferta que le presentaron los canadienses (Spotrac lo estima en $427.1 millones por 12 temporadas) y que entrará en 2025 en su último año de arbitraje.
Que su mensaje no fuera escuchado y que no se le diera un lugar prioritario en el proyecto buscando otras estrellas en lugar de darle un pacto multianual puede haber resultado un punto de quiebre.
Todavía no es demasiado tarde, pero ya está abierta la posibilidad de cambiarlo si rechaza otra propuesta. Los canadienses probablemente se arrepentirán de haberle dado prioridad a Soto sobre Guerrero Jr., y se preguntarán si valió la pena correr el riesgo.