El conflicto entre Rafael Devers y los Medias Rojas de Boston ha dejado de tener exposición mediática y no parece afectar el rendimiento ofensivo del quisqueyano, pero en MLB se cree que el disgusto del jugador podría seguir latente y que tendría consecuencias.
Varios analistas de Grandes Ligas sostienen que el dominicano pedirá a su organización que lo cambie, y ya comienzan a especular con cuáles pueden sus posibles destinos.
Como es lógico, se ha mencionado a los Dodgers de Los Angeles como uno de ellos. Los campeones defensores de la Serie Mundial se han visto como candidatos a adquirirlo desde que explotó la primera controversia en la pretemporada y además tienen la necesidad de fortalecer la tercera base.
Es bien conocido que los angelinos tienen tanto los prospectos para negociar como el músculo financiero para asumir el contrato multimillonario de Devers. Aunque se sabe que han hecho una inversión importante con la contratación de varios jugadores, no hay contradicción. Al menos así lo ve Kerry Miller de Bleacher Report.
“Si crees que eso los va a frenar, debes ser nuevo aquí. Los Angeles tiene actualmente una nómina estimada de más de $400 millones esta temporada, con una deuda de más de $550 millones después de descontar el pago de impuestos”, escribió Miller. “La diferencia entre 11 jugadores que ganan casi $225 millones y 12 que ganan alrededor de $255 millones es prácticamente insignificante para ellos”.
En la plantilla del manager Dave Roberts hay cinco jugadores con salarios por encima de los 20 millones de dólares, y sumar los $27 millones del salario de Devers podría no resultar una carga tan pesada por una razón: el diferimiento de pagos.
Al dominicano de 28 años de edad le dieron en 2023 una extensión de contrato histórica para la franquicia de los Medias Rojas, por 313.5 millones de dólares y 10 temporadas. Ese pacto tiene una cláusula que puede allanar su llegada a Los Angeles: del monto acordado, 75 millones de dólares se le cancelarán entre los años 2034 y 2043, a razón de $7.5 millones anuales.
Es la misma política que le ha permitido a la gerencia de los Dodgers sumar tantas estrellas a su roster, y que a pesar de que ha sido criticada por otras organizaciones, les ha ayudado a distribuir mejor sus gastos y será su mejor aliada para seguir fichando jugadores de primera categoría.