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¿Cuál es la profesión del padre de Lamine Yamal?

Mounir Nasraoui, el padre de Lamine Yamal, tuvo una vida marcada por los sacrificios antes de que su hijo debutara en el fútbol profesional, y se convirtiera en una estrella internacional
Lamine Yamal junto a sus padres Mounir Nasraoui y Sheila Ebana
Lamine Yamal junto a sus padres Mounir Nasraoui y Sheila Ebana | Anadolu/GettyImages

Lamine Yamal es una estrella del fútbol mundial, y por eso ayuda a sus padres, quienes cuando él aún no era profesional, lo dieron todo para que triunfe. Su papá Mounir Nasraoui mantuvo una vida muy humilde, y se desempeñó como pintor de edificios.

Este hombre nació en Marruecos, y cuando era joven se mudó a España, donde nació Lamine. Si bien se sabe poco sobre su vida laboral, se cree que durante mucho tiempo trabajó pintando, surfeando entre dificultades económicas cuando a los 21 años se convirtió en padre del futbolista, junto a su pareja Sheila Ebana, que en ese momento tenía 16.

"Yo supe lo de mi hijo cuando nació, sabía que iba a ser una estrella. El que es padre lo sabe y cualquier padre quiere que su hijo sea el mejor", dijo una vez Nasraoui ante los medios sobre su heredero.

En otras entrevistas que dio, el marroquí aseguró: "Soy un padre orgulloso. Para mí, mi hijo es el mejor en todo, no sólo en el fútbol". La estrella del FC Barcelona por su parte se muestra junto a él en cada partido o evento que tiene, reflejando así el apoyo que recibe.

Actualmente el papá del deportista ya no necesita pintar edificios y él mismo se define como "bloguero". Sin embargo, teniendo en cuenta su vida sabe que cuando deba acostumbrarse a hacer otra cosa, no habrá dificultades: "Nadie ha nacido sabido, pero la gente aprende poco a poco. Una persona que sabe hacer algo debe hacerlo. Si yo sé cocinar, cocino. Todo el mundo debe hacer algo", explicó.

Desde que Lamine debutó profesionalmente, Mounir Nasraoui ha protagonizado muchas polémicas. Una data de 2023, cuando atacó una carpa del partido Vox, por lo cual el juzgado de instrucción número 3 de Mataró lo condenó a pagar 550 euros de multa y 110 de indemnización.

Un año después de aquel suceso, fue apuñalado por unos hombres en un estacionamiento y tras permanecer internado en estado delicado, se recuperó totalmente.