Los Yankees de Nueva York no habían ofrecido actualizaciones, pero fue el propio Oswaldo Cabrera a través de sus redes sociales quien informó que ya fue operado por la fractura en el tobillo izquierdo. Todavía se desconoce si podrá volver a jugar en esta temporada de MLB.
La lesión del venezolano, sumada a la ausencia temporal del lastimado Jazz Chisholm Jr., lleva a los analistas de Grandes Ligas a pensar que en el Bronx podrían darle prioridad a la búsqueda de un infielder en el mercado de cambios.
Incluso hay quienes proponen como candidato a Luis Arráez, a quien los Padres de San Diego tuvieron disponible para negociaciones antes del Opening Day y que llegó a ser considerado un objetivo por los neoyorquinos aunque las conversaciones no avanzaron demasiado.
La capacidad de hacer contacto que tiene el jugador venezolano de 28 años de edad es una de las bondades por las que creen posible que el conjunto de Nueva York se interese en adquirirlo. Tiene dos campañas seguidas de al menos 200 hits, dos Bates de Plata y tres títulos de bateo consecutivos y es visto como el primer bate ideal en la alineación de Boone.
Además, si bien Arráez no es un prodigio defensivo puede jugar en todas las posiciones del cuadro interior, lo que le vendría bien a unos Yankees que tienen lesionados a varios miembros del infield y están a la expectativa de lo que pueda aportar el veterano DJ LeMahieu.
Con San Diego es el titular de la primera base y muestra una línea ofensiva de .286/.323/.401 con OPS de .724 además de 9 extrabases (3 jonrones, 4 dobles y 2 triples) y 15 carreras impulsadas, unos números muy superiores a los que dejó Cabrera o los que muestran Oswald Peraza y Jorbit Vivas. LeMahieu apenas ha aparecido en dos encuentros y batea para .250.
A pesar del panorama, los Yankees no deben precipitarse. De seguro Arráez podría ayudar en este momento de crisis (aunque ya no está claro que los Padres se decidan a entregarlo porque están peleando en la división), pero se convertiría en un problema más tarde.
Chisholm regresará en algunas semanas y la prioridad en el Bronx es que se quede en la segunda base, que es su posición natural. Si bien Arráez ha pasado algo de tiempo en la tercera base, no es su fuerte y sería un riesgo moverlo a la antesala.
En la inicial no hay oportunidad con el veterano Paul Goldschmidt postulándose para el Regreso del Año. Tampoco tiene la opción de ser bateador designado en el equipo del manager Aaron Boone, un rol que está en poder de un Ben Rice que tiene buenos números a la espera de la activación del slugger Giancarlo Stanton.
Si bien la situación puntual de los Yankees invita a pesar en Arráez como una solución, no deben apurar las diligencias por un infielder como Arráez faltando tanto tiempo para la fecha límite de cambios. Probablemente esperarán a ver cómo le va a LeMahieu antes de retomar contactos.