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¿Fue Ayrton Senna el mejor piloto de la F1?

Ayrton Senna fue un piloto tan brillante como arriesgado, y las múltiples características que tenía al momento de subirse a su monoplaza, lo colocaron en lo más alto de la historia de la Fórmula 1
Ayrton Senna murió trágicamente en 1994, mientras disputaba el Gran Premio de San Marino de la Fórmula 1
Ayrton Senna murió trágicamente en 1994, mientras disputaba el Gran Premio de San Marino de la Fórmula 1 / Paul-Henri Cahier/GettyImages
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Cuando se nombra a Ayrton Senna, la mayoría coincide en que se trató de un hombre brillante como pocos en la pista. Su talento para manejar a altas velocidades con coches que no eran los de hoy, y sobre todo en pistas mojadas, lo volvieron una leyenda.

Su acercamiento a este deporte comenzó cuando era un niño y a los 4 años recibió su primer minikart, con el cual comenzaría a correr en su país natal. Después se mudó a Europa, para buscar auspiciantes y poder llegar a la Fórmula 1.

Una vez que llegó a lo más alto, logró ganar 3 campeonatos y todos coinciden en que si no hubiese muerto tan joven, habría triunfado en muchos más. Por todo lo que generó, es considerado uno de los mejores pilotos de la historia (mérito que comparte para algunos con Michael Schumacher) y sin dudas el más destacado a nivel sudamericano.

"Más allá de su genio al volante, Senna era una de las personalidades más cautivadoras del deporte. Aunque era de estatura pequeña, poseía una poderosa presencia física y, cuando hablaba, con sus cálidos ojos castaños brillando y su voz temblando de intensidad, su elocuencia era fascinante", es lo que se puede leer en el sitio web de la máxima categoría de automovilismo del mundo, respecto al nacido en San Pablo.

Por otro lado se añade: "Conducía como poseído, según algunos, por demonios. Su ambición despiadada provocó la condena de los críticos". Muchas veces él mismo reconoció que se excedió en velocidad y puso en riesgo su vida, pero que eso le sirvió para entender hasta dónde podía llegar.

El 1 de mayo de 1994, Senna murió mientras disputaba el Gran Premio de San Marino, un espacio que antes del hecho se convirtió en trágico para otros corredores. Chocó brutalmente contra la curva de Tamburello cuando iba a más de 200 km. por hora y sufrió lesiones cerebrales.

Alrededor de 3 millones de personas asistieron al velorio del piloto estrella, y hasta el día de hoy su tumba sigue siendo visitada por personas que incluso nunca lo vieron correr, pero que toman su legado como fundamental para entender este deporte.