¿Si Juan Soto firma con los Medias Rojas de Boston sería una traición para los Yankees?

Por donde se mire, tiene sentido que los Medias Rojas de Boston sean uno de los equipos de MLB con pretensiones de quedarse con la firma de Juan Soto en la agencia libre.

Lo necesitan para que asuma el liderazgo ofensivo y lleve al equipo dirigido por el manager Alex Cora a otro nivel. El objetivo es que, de su mano, puedan romper la cadena de tres temporadas consecutivas quedando fuera de los playoffs de Grandes Ligas.

De hecho fueron uno de los conjuntos que primero se reunió con el dominicano y su representante, Scott Boras, y los reportes señalan que Soto quedó “impresionado” con la presentación y que en Boston están dispuestos a hacerle la mayor oferta en la historia de la franquicia.

Para los Medias Rojas hay otro incentivo para pujar por su adquisición y es “robárselo” a los Yankees de Nueva York, con quienes protagonizan una rivalidad legendaria y que son uno de sus principales contendientes directos en la División Este y en la persecución del outfielder.

Soto acaba de llevar a los del Bronx de regreso a la Serie Mundial por primera vez en 15 años y la afición pide a gritos que lo lleven de vuelta al Yankee Stadium y los patirrojos están dispuestos a lo que sea por evitarlo, incluso a usar la carta de la confesión de que en su infancia fue seguidor del equipo por David Ortiz.

Para muchos seguidores de los Yankees sería una traición si Soto los rechaza y termina firmando con los Medias Rojas, pero es relativo. Si esa fuera su decisión, el dominicano no lo haría con la intención expresa de unirse a “los enemigos”, sino por un interés puramente comercial.

Ya ha dejado claro que no habrá sentimentalismos de por medio y que simplemente elegirá a la organización que le haga la oferta económica más tentadora y que también tenga un proyecto ganador.

Quiere estar en la pelea por el título año tras año y esa será la motivación que lo lleve a seleccionar su próximo destino. Sin embargo, aunque hay una explicación objetiva, para los seguidores de los Yankees no dejará de ser una afrenta.