¿Por qué Randy Johnson no fue elegido al Salón de la Fama del Béisbol de MLB de forma unánime?
Por Mariana Moreno
Con jugadores que han tenido tanto brillo en su paso por MLB como Randy Johnson no se pone en duda su lugar en el Salón de la Fama. Sólo queda preguntarse cuándo lo lograrán.
Al hablar de lanzadores dominantes en las Grandes Ligas, el nombre de este zurdo es de los primeros en entrar en la conversación. Dominio es la palabra que mejor representa lo que hizo sobre un montículo durante los 22 años que jugó en las mayores.
Johnson cumplió con las expectativas al conseguir su entrada a Cooperstown en su primera aparición en las papeletas, en 2015. Fue el mismo año en el que entraron Pedro Martínez, Craig Biggio y John Smoltz y tal vez eso explique por qué no fue el primero en conseguir la unanimidad en la votación.
En su trayectoria deportiva no hay nada reprochable que pueda justificar el hecho de que no obtuviera el 100% de los votos de la Asociación de Cronistas de Beisbol de Estados Unidos ese año.
Su estatura (con 2.08 metros es el jugador más alto en tener una placa en Cooperstown) por sí sola intimidaba, pero una vez que soltaba el brazo el temor se convertía en realidad. Johnson tiene la segunda mayor cantidad de ponches de por vida en la historia de las Grandes Ligas, con 4.875 y sólo es superado por Nolan Ryan. De hecho, fue líder de ese departamento por 15 temporadas.
Ganó 303 partidos de por vida, obtuvo cinco veces el premio Cy Young, también conquistó la Triple Corona del pitcheo, recibió invitación a 10 Juegos de Estrellas, ganó la Serie Mundial de 2001 dominando a los poderosos Yankees de Nueva York (y fue el Jugador Más Valioso) y consiguió cuatro títulos de efectividad.
Tras su retiro se ha dedicado a la fotografía y para su placa eligió el uniforme de los Cascabeles de Arizona, uno de los seis conjuntos para los que lanzó en MLB: Yankees, Marineros, Expos, Gigantes y Astros fueron los otros.
Y aunque siempre fue un hombre intimidante, se le recuerda por ponerse emocional durante su discurso en Cooperstown: “Es extremadamente emocional hablar sobre las cosas que me importan. Así que me envolví en mis emociones. Diferentes emociones que con las que lanzaría, completamente diferentes. Pero eso es bueno, porque todavía soy una persona emocional”, dijo luego del acto de exaltación, en el que fue el jugador con el mayor porcentaje de respaldo entre los elegidos: 97.3%.