¿Por qué los Yankees no adquieren a Luis Arráez en un cambio para sustituir a Giancarlo Stanton?

Los Yankees de Nueva York están atravesando una crisis en medio de la pretemporada de MLB, debido a las lesiones de figuras importantes en la plantilla del manager Aaron Boone.

Una de ellas es la del slugger Giancarlo Stanton, que no ha podido hacer swing desde enero por una tendinitis en ambos codos e incluso corre el riesgo de perderse toda la campaña 2025 de las Grandes Ligas si requiere una cirugía.

Esta nueva situación con la salud de Stanton tiene a la gerencia contemplando opciones para sustituirlo si su ausencia se prolonga, y hay reportes de que ya iniciaron la búsqueda de un bateador derecho.

Entre los candidatos que proponen algunos analistas para asumir el rol de bateador designado en Nueva York está Luis Arráez, por quien los Yankees mostraron interés durante el invierno, sabiendo que los Padres de San Diego están abiertos a escuchar ofertas para cambiarlo.

En esa ocasión las conversaciones no prosperaron y ahora mismo el venezolano de 27 años de edad no luce como favorito a ser el elegido para sustituir a Stanton.

Haber ganado tres títulos de bateo de forma consecutiva no garantiza la llegada de Arráez al Bronx, pese a que muchos expertos dicen que su contacto le daría el equilibrio perfecto a la alineación de Boone. Pero varias de sus características como jugador han sido un obstáculo.

La falta de poder del venezolano es una de esas razones. Aunque en 2024 tuvo su segunda campaña seguida con al menos 200 hits, sólo 39 fueron extrabases: 32 dobles, 3 triples y apenas 4 jonrones. Su marca personal de cuadrangulares son los 10 que conectó con los Marlins en la zafra de 2023.

Pero hay más. Aunque fue finalista al Guante de Oro en 2022 y puede jugar en varias posiciones, suele decirse que la defensa de Arráez está por debajo del promedio y eso lo limita. Finalmente, está su contrato.

Pactó con los Padres un salario de 14 millones de dólares para 2025 (por encima del valor de mercado de jugadores como J.D. Martínez, por ejemplo) y este es su último año de arbitraje. Será agente libre al final de la temporada y posiblemente en Nueva York no estén dispuestos a sacrificar prospectos para tenerlo como jugador “de renta”.