4 razones por las que Robinson Canó ha sido un mal negocio para los Mets
Por Mariana Moreno
A los Mets de Nueva York no les tembló el pulso para cortar del equipo al dominicano Robinson Canó en la temporada de 2022 en la MLB.
En Queens tomaron la decisión de prescindir de la antigua estrella de Grandes Ligas sin importar que deban honrar el compromiso salarial asegurado por contrato hasta 2023.
Canó llegó a los Mets en la temporada de 2019 desde los Marineros de Seattle y varias razones demuestran que el movimiento fue un mal negocio para el equipo de Nueva York.
1. Declive
El dominicano Canó nunca pudo ser el líder ofensivo que los Mets esperaban. Solo una vez pudo batear para .300 y su promedio de por vida con el equipo de Queens fue 30 puntos más bajo que en Seattle. En tres campañas dejó línea de .269/.315/.450 con solo 24 jonrones, 37 dobles y 72 remolcadas. Cuando regresó en 2022 de su segunda suspensión por dopaje, dejó una pobre línea ofensiva de .195/.233/.268 con un jonrón y tres carreras impulsadas.
2. Salario
Fueron solo 168 partidos los que jugó el dominicano con el uniforme de los Mets desde 2019 hasta 2022. Y a pesar de eso, en 2023 tendrá el quinto mayor salario en la nómina del equipo. Sus 20.2 millones de dólares solo son superados por Max Scherzer ($43.3 millones), Justin Verlander ($43.3 millones), Francisco Lindor ($34.1 millones) y Carlos Correa ($26.2 millones).
3. Problemas físicos
Desde su llegada a los Mets Canó enfrentó diversos problemas físicos que le hicieron perderse más de 60 partidos entre 2019 y 2020. Lesiones musculares y dolencias en la cadera y el tendón de la corva agravaron sus problemas ofensivos e hicieron que quedara a deber con la organización.
4. Suspensión
Por si fuera poco el deficiente rendimiento con el madero y las lesiones, Canó dio otras preocupaciones al alto mando de los Mets. Se reportó tarde en 2020 por “algunos asuntos personales” que debía resolver y después de 49 partidos llegó el anuncio de su segunda suspensión por doping, que lo tuvo fuera hasta 2022.