¿Deben los Cachorros de Chicago perdonar a Sammy Sosa e invitarlo al Wrigley Field?
Por Mariana Moreno
Los aficionados de los Cachorros de Chicago siguen soñando con el regreso a Wrigley Field de Sammy Sosa, el slugger dominicano que junto a Mark McGwire protagonizó una histórica temporada de MLB en 1998 persiguiendo el récord de jonrones.
Sus esperanzas se han visto renovadas esta semana, cuando el outfielder que jugó por 18 temporadas en las Grandes Ligas (13 de ellas con los oseznos) anunció que estaría en la ciudad de Chicago en marzo para un evento con aficionados del equipo.
También porque Aramis Ramírez, que será homenajeado por la organización con el retiro de su número, declaró hace una semana que “las relaciones deben arreglarse” entre Sosa y los Cachorros.
No será sencillo. El dominicano no ha sido parte de ningún acto del equipo desde su retiro en 2007 aunque vivió momentos de gloria con este uniforme al ganar el MVP y 6 Bates de Plata y sumar 7 invitaciones al Juego de Estrellas.
La razón es muy sencilla: los propietarios de los Cachorros no perdonan lo que consideran una falta de honestidad y han dejado claro que no será bienvenido hasta que se disculpe por sus acciones.
¿Cuáles? Las mismas que lo dejaron fuera del Salón de la Fama a pesar de tener 609 jonrones, .273 de average, 1.667 remolcadas y .878 de OPS de por vida: el desencuentro lo causó su vínculo con el uso de esteroides, y sobre todo su reiterada negativa de haberlos usado a pesar de las sospechas y de su aparición en una lista del NY Times.
Sosa se ha mostrado dispuesto a hablar con los dueños del club para sellar una reconciliación. “Si hay algo que aclarar, nos sentamos y lo aclaramos. El tiempo me ha dado la madurez para reflexionar sobre muchas cosas, incluso para saber que no siempre una parte tiene toda la razón en un tema”, declaró.
Sosa merece un reconocimiento de la organización por todo lo que logró con esta camiseta, pero para conseguir el perdón que lo lleve de vuelta a Wrigley Field debe asumir su responsabilidad y pedir disculpas por sus errores.