¿Carlos Correa es realmente una superestrella de la MLB como para pedir más de $300 millones?

A la espera de que se reanuden las negociaciones en la MLB, crece la expectativa por conocer el nuevo destino del puertorriqueño Carlos Correa.

El campocorto que jugó sus primeras siete temporadas en las mayores con los Astros de Houston estará disponible en la agencia libre cuando termine el cierre patronal.

Se dice que el boricua aspira a conseguir un contrato por 10 temporadas y más de 300 millones de dólares, similar al de su compatriota Francisco Lindor.

Correa viene de disputar su tercera Serie Mundial y aunque tuvo una buena temporada que le valió terminar quinto en la votación para el MVP de la Liga Americana, todavía no está a la altura de otras superestrellas de este deporte.

No es por falta de talento. Su defensa acaba de ser reconocida con el primer Guante de Oro y Guante de Platino de su carrera. Su liderazgo y aporte no están en duda, pero sus números no son tan deslumbrantes.

Solo una vez ha terminado sobre .300 (.315 en 2017) y luego de eso no ha llegado siquiera a .280. Su tope de jonrones son los 26 de 2021, ha conectado más de 30 dobles dos veces (34 este año y 36 en 2016) y nunca ha remolcado 100 carreras. Lo más cerca fueron las 96 de 2016. En postemporada suele ser más decisivo.

Sus problemas físicos son la respuesta a este fenómeno. En siete años Correa, que fue Novato del Año en 2015, solo ha podido jugar en al menos 150 partidos en una ocasión, en la campaña de 2016.

En este receso de temporada hay rumores de que tiene problemas en la zona lumbar y eso puede explicar por qué no ha conseguido el contrato que espera. También por qué, a pesar de su potencial, no disfruta todavía del estatus de superestrella.