Si el caso del robo de Ippei Mizuhara a Shohei Ohtani por $4.5 millones de dólares para realizar apuestas ilegales ya era un escándalo, ahora que la investigación del FBI reveló que el monto en realidad era de $16 millones, todo se vuelve aún más dramático. Y sin dudas el punto de desconcierto es cómo una persona puede sustraer tanto dinero de una cuenta bancaria sin que el titular se de cuenta.
La respuesta a esa pregunta la dieron las autoridades, que tras la averiguación concluyeron que el accionar del ex intérprete se basó en un principio en hacerse pasar por la estrella de la MLB cuando se comunicaba con los bancos, y así ampliar sus márgenes operativos y de transferencias.
Dodgers star Shohei Ohtani’s interpreter has turned himself in to face criminal charges.
— CBS Mornings (@CBSMornings) April 12, 2024
Federal prosecutors allege Ippei Mizuhara stole millions from Ohtani to pay huge gambling debts. https://t.co/qelqj0LK7f pic.twitter.com/zjyUcU5XL3
A lo anterior se le suma el hecho de que el japonés cambió la configuración y alertas, para que justamente Ohtani no se enterara de todo lo que estaba sucediendo con su patrimonio. Esto fue posible ya que, de acuerdo a múltiples informes, el pelotero no maneja sus cuentas como jugador profesional desde que debutó en Japón, situación que se extendió a sus años en la mejor liga del mundo.
Con lo anterior, el traductor se enfrenta al cargo de fraude bancario, considerado "grave" por la ley estadounidense y que puede acarrear una pena de hasta 30 años de prisión, además del pago de una multa de $1 millón.
Ippei Mizuhara enfrentará cargos por fraude tras robar $16 millones de dólares a Ohtani
— El Extrabase ⚾️ (@ElExtrabase) April 11, 2024
Mizuhara hizo más de 19.000 apuestas desde 2021 y se hizo pasar por Shohei Ohtani, según las investigaciones
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El FBI concluyó que Mizuhara realizó más de 19.000 apuestas en las que perdió alrededor de $40.7 millones. Sin embargo cuando eventualmente ganaba, esa cifra no era depositada en la cuenta del deportista, sino en la que manejaba el apostador, y así el ciclo continuaba llevándose a cabo en la clandestinidad.
La indagación que esclareció el hecho fue llevada a cabo por la división criminal del Servicio de Impuestos Internos, el Departamento de Seguridad Nacional y la oficina del fiscal federal del Distrito Central de California. Todos concluyeron en que Ohtani es una víctima del delito, y por eso quedó libre de cualquier cargo.