Cowboys perdieron ante Vikings por la estrategia errada de Jason Garrett en los momentos de presión

Los Dallas Cowboys sufrieron una dura derrota ante Minnesota Vikings el domingo por la noche. La gravedad de la derrota no se debe al resultado final, sino al cómo se dio el encuentro.

A pesar de que Dak Prescott tuvo una de sus mejores actuaciones de la temporada, el entrenador de los Cowboys, Jason Garrett, insistió siempre con Ezekiel Elliott. Incluso en instancias claves del partido.

Con la ofensiva de Dallas en zona y en segunda y 2, Zeke no logró avanzar con un acarreo terrestre. Dallas volvió a atacar por tierra en la tercera oportunidad y "Zeke" perdió tres yardas.

Uno no debería tener problemas con que los Cowboys busquen a Elliott, ya que ha sido el mejor jugador ofensivo del equipo. Pero considerando cómo lo frenó la defensiva de Minnesota, Dallas podría al menos haber intentado algo diferente considerando que el juego estaba en un momento crítico.

Prescott acabó el partido completando 26 de 42 pases para 388 yardas, tres touchdowns y cero intercepciones.

La culpa no es de Elliott por equivocarse. Aquí la culpa es de Garrett, quien decide las jugadas. Una vez más, el entrenador de los Cowboys no pudo leer de forma correcta lo que sucedía en el emparrillado y, como resultado, Dallas perdió un encuentro clave ante un rival directo en la lucha por la postemporada.

Este es el mejor ejemplo de la teoría de que Garrett suele desmoronarse bajo presión.