¿Debe Luke Weaver ser el cerrador de los Yankees por la irregularidad de Clay Holmes?

Si el relevo de los Yankees de Nueva York luce lejos de aquel que encabezó MLB en los primeros meses de campaña, es debido a la irregularidad de muchas de sus teóricas piezas claves, incluyendo el cerrojo Clay Holmes, cuyo rol podría verse amenazado por un brazo como el de su compañero Luke Weaver.

En efecto, mientras el taponero "estelar" del manager Aaron Boone es tercero en la Liga Americana en rescates con 26, pero posee otras 10 oportunidades desperdiciadas, el veterano preparador de camino no ha dilapidado ninguna de sus 20 chances de preservar ventajas entre el inning 6 y el 8.

Paradójicamente, Holmes ostenta mejor efectividad global (2.82) y en la segunda mitad del curso (3.00) que Weaver (3.31), quien tras el Juego de Estrellas (6.75) ha sido castigado a mansalva en relevos puntuales, aunque cada vez que entra con la pizarra en favor de los Yankees, logra mantener la diferencia o el liderato de su equipo.

Asimismo, el WHIP del invitado a dos All Star (1.29) es bastante peor que el del ex lanzador de Cardenales de San Luis y Cascabeles de Arizona (0.94), entre otros clubes; razón que podría explicar el hecho de que el segundo quizás otorgue más opciones de asegurar las victorias que el primero, pese a tener una efectividad más elevada.

Es cierto que Boone todavía no le ha dado a Weaver ninguna oportunidad de cerrar un compromiso; sin importar que Holmes totalice cinco blown saves (todos en el noveno episodio) desde mediados de julio; no obstante, el dirigente de los Yankees debería considerar seriamente cambiar de plan en pro de evitar un desastre mayúsculo en unos eventuales playoffs.