¿Deben los Mets cambiar a Max Scherzer antes de la fecha límite en 2023?
Por John Griswold
Los Mets de Nueva York se fueron al receso del Juego de Estrellas con una decepcionante foja de 42-48, a lejanos 18.5 encuentros de los punteros del Este en la Nacional, Bravos de Atlanta, y a 7.0 del último comodín Gigantes de San Francisco; dígitos que van de la mano al venido a menos rendimiento de quien debía ser su principal carta monticular al inicio del torneo, Max Scherzer.
Es que a pesar de tener una buena relación de victorias (8) y derrotas (3) en 2023, el tres veces veces Cy Young de MLB posee una mediocre efectividad de 4.31 en 87.2 entradas, siendo dicho porcentaje el peor de su carrera durante una primera mitad de campaña.
Asimismo, apenas siete de las 16 aperturas de Max Scherzer en su segundo ejercicio con los Mets han sido de calidad (al menos seis innings lanzados de no más de tres carreras limpias), en otra prueba de que está lejos de ser ese brazo que brilló en las mayores entre 2013 y 2022, aunado al factor de haber sufrido problemas de cuello y espalda, respectivamente.
De esa forma, los Mets poseen argumentos de peso (difícilmente clasifiquen a playoffs) para intentar traspasar a un Max Scherzer que cobra 43.3 millones de dólares en la presente campaña y que visto su mal rendimiento y los 38 años que ostenta, no tendrá reparos en activar su opción de jugador para el 2024 por el mismo monto (43.300.000 US$).