¿Deben los Mets darle la titularidad a Francisco Álvarez en el Día Inaugural?

Francisco Álvarez se siente listo para jugar a tiempo completo en la MLB y trata de demostrarlo en esta pretemporada con los Mets de Nueva York.

El venezolano de 21 años de edad es el tercer mejor prospecto de las Grandes Ligas y ya hizo su debut en las mayores. Bateó para .167 con un jonrón y una impulsada en tres juegos en 2022. En esta primavera ha aparecido en cuatro partidos (uno de ellos detrás del plato) y está sin hits en 7 turnos.

Hay quienes piensan que en Queens podrían tomar el riesgo de darle la titularidad a Álvarez, pero en el alto mando del equipo no están tan seguros. Y tienen sus razones.

“Creo que lo abordaré de esta manera: Siempre quieres que los jugadores te hagan pensar en 'qué pasaría si'. Analizamos todas las narrativas posibles”, dijo el manager Buck Showalter a SNY.

Los Mets de Nueva York tienen a dos receptores para esta temporada: el también venezolano Omar Narváez y Tomás Nido. Y a menos que Álvarez tenga una primavera de locura, no parecen estar muy inclinados a cambiar el plan.

“Sabemos que Omar y Nido serán nuestros dos catchers”, agregó Showalter. “Veremos cómo puede funcionar Francisco en esa mezcla”.

No es solo su juventud lo que aparta a Álvarez de la titularidad inmediata. También quieren llevarlo con cuidado porque en el receso se sometió a una cirugía en el tobillo. Y sienten que hay aspectos que debe trabajar antes de asumir el reto en las mayores.

“Queremos esperar a que esté el paquete completo”, dijo el gerente general de los Mets, Billy Eppler. “Si Francisco llega a nuestro club, queremos asegurarnos de que podamos verlo como un catcher, porque esa es la trayectoria a largo plazo para este joven”.

Los Mets no quieren tener a Álvarez restringido al rol de bateador designado y creen que tiene pendiente crecer en un tema importante: su “encuadre” de los pitcheos.

Hasta que no domine ese aspecto del juego, el joven venezolano no será el receptor titular de los Mets. Para pulirse le servirán los juegos adicionales que tendrá esta primavera cuando Narváez se marche a disputar el Clásico Mundial de Béisbol con Venezuela, pero difícilmente hará cambiar de opinión al alto mando de Nueva York.