¿Deben los Yankees olvidarse del escándalo de robo de señas de Astros y firmar a Alex Bregman en 2025?
Por Mariana Moreno
Al menos un par de veces en el último año, los Yankees de Nueva York han estado vinculados a rumores de MLB que hablan del interés por adquirir al veterano Alex Bregman.
Desde el pasado receso de temporada de Grandes Ligas y también antes de la fecha límite de cambios, se planteó que el veterano de 31 años de edad podría ser la solución a la necesidad de un tercera base que tienen en el Bronx.
Con todos los problemas ofensivos que ha tenido DJ LeMahieu en esta campaña y las lesiones que lo han castigado en los últimos tiempos, tendría sentido ir tras Bregman, que es un sólido defensor de la posición, un bateador probado y un hombre con mucha experiencia en los playoffs.
Pero hay reportes que hablan de que el interés de los Yankees encontró un impedimento. Reconsideraron su intención de ir tras el dos veces All Star por haber sido parte del equipo de los Astros de Houston que protagonizó el escándalo del robo de señas en 2017, el mismo año en el que vencieron a Nueva York en la Serie de Campeonato en su camino al título de la Serie Mundial.
A los miembros de los siderales les ha costado limpiar su nombre, pero poco a poco el tiempo se ha encargado de atenuar el descrédito que sufrieron. Y apartando este episodio, no hay argumentos para cuestionar la idoneidad de la llegada de Bregman al conjunto del Bronx.
Obviamente no tiene el nivel defensivo de un ganador de cuatro Guantes de Oro como LeMahieu, pero sí lo supera ampliamente en el aspecto ofensivo. El veterano ha estado padeciendo y muestra decepcionantes números de .202/.268/.258, OPS de .525, 2 jonrones, 5 dobles y 26 impulsadas mientras que Bregman ha sido clave para los Astros una vez que despertó y ya muestra línea de .260/.316/.445, OPS de .762, 21 cuadrangulares, 26 dobles y 61 fletadas.
Que lo financiero sea un impedimento para una nómina llena de compromisos y que no firmar a Bregman no sea una prioridad para los Yankees porque deben ir por Juan Soto y adquirir lanzadores de categoría para la rotación y el bullpen son argumentos válidos. Pero no ir por él para mejorar un área clave por un escándalo al que ya se le dio vuelta a la página no tiene sentido y es una posición que la gerencia de Brian Cashman debe reconsiderar.