El cambio de Nolan Arenado fue uno de los más disparejos en la historia de la MLB
Por Mariana Moreno
Después de algunos días de espera, finalmente se hizo oficial el cambio que llevará a Nolan Arenado a vestir la camiseta de los Cardenales de San Luis la próxima temporada de MLB. Pero al hacer una radiografía a todo el movimiento es obvio que la balanza se desequilibró a favor de los pájaros rojos.
San Luis obtiene en esta transacción varias cosas importantes: Arenado es el mejor tercera base de la Liga Nacional, ganador del Guante de Oro en sus 8 temporadas y de 4 Guantes de Platino.
De por vida tiene un average de bateo de .293 con un OPS de .890 y promedia 35 jonrones y 114 impulsadas por cada 162 duelos.
Aunque viene de un año flojo, no hay dudas de que tiene la capacidad para retomar su nivel. Además, Colorado enviará $50 millones para ayudar a cubrir el resto del contrato de Arenado.
El riesgo para San Luis es que Arenado puede optar por salir de su contrato al final de 2021.
Aunque eso sucediera, es Colorado quien pierde en este cambio. Entregaron al líder del equipo, al jugador franquicia, su estrella, por 5 peloteros. Pero ninguno tiene categoría top.
Son parte del paquete el infielder mexicano Mateo Gil (.270 con 8 jonrones y 57 carreras impulsadas en dos años en las menores), el lanzador zurdo Austin Gomber, el lanzador derecho Tony Locey (5.29 de efectividad Clase A Fuerte), el infielder dominicano Elehuris Montero (7 jonrones entre A Fuerte y AA en 2019) y el pitcher Jake Sommers (4.18 de efectividad en 51 innings lanzados).
Gomber debutó en MLB en 2018 y dejó balance de 6-2. En 2019 padeció con las lesiones y no pudo jugar hasta 2020, cuando tuvo 1.86 de efectividad en 29 innings lanzados.
Montero, Locey y Gil –hijo del manager de Tomateros de Culiacán, Benjamín Gil- ocupaban las posiciones 7, 15 y 22 entre los prospectos de los Cardenales y llegarán a nutrir las granjas de Colorado.
Ninguno está entre las 100 mejores promesas de las Grandes Ligas, lo que lleva a considerar que los Rockies pudieron haber pedido mejores piezas a cambio de la mejor pieza que tenían en el roster.