EL COACH | La actitud vergonzosa de algunos fanáticos de los Yankees no puede manchar a toda su afición
El pasado sábado se vivió un momento vergonzoso en el Yankee Stadium que ensució la imagen de la afición de los Yankees de Nueva York, que derrotaron 6-5 a los Guardianes de Cleveland, dejándolos en el terreno y, algunos pocos, demostrando su euforia de la peor forma posible.
En dicho encuentro algunos fanáticos de los Mulos del Bronx arrojaron botellas, latas y escombros a los jardinero de los Guardianes, protagonizando una escena caótica que hizo que no sólo los efectivos de seguridad fueran a calmar a los violentos en las tribunas, sino que el mismo Aaron Judge abogara por la integridad de sus rivales, intentando calmar lo que estaba ocurriendo.
El jardinero Myles Straw fue quien más se molestó por lo ocurrido, confrontando a un fanático cara a cara y haciendo declaraciones polémicas, señalando a la fanaticada de los Yankees. "Fue brutal", dijo Straw a ESPN. "Son los peores fanáticos del planeta", afirmó.
Esta declaración ha abierto el debate si la afición de los Yankees es la peor de la MLB, ya que es conocido lo crítica que es con sus jugadores, pitándolos en todo momento y poniendo en duda su lealtad. Judge, por ejemplo, fue blanco de abucheos en el Yankees Stadium recientemente por su negativa a firmar un acuerdo por más de 200 millones de dólares con los Yankees, eligiendo probar la agencia libre en 2023, algo de lo que tiene todo su derecho.
Sin embargo, a la hora de juzgar a una afición entera se deben tener varios factores en consideración. Primero, unos cuantos fanáticos violentos colocados en las tribunas no pueden ensuciar la reputación de cientos de miles. Estos hechos (arrojar objetos a los jugadores) no son recurrentes en los estadios de las Grandes Ligas y puede ser visto como un algo aislado, que con la seguridad necesaria puede evitarse.
En lo que va de la temporada de 2022, los Yankees son el quinto equipo con la mejor asistencia de las mayores, promediando 37,102 fanáticos por partido. Sólo los Dodgers de Los Angeles, Cardenales de San Luis, Padres de San Diego y Bravos de Atlanta le superan en fanáticos traídos al estadio en las primeras de cambio.
"Obviamente, no hay lugar para tirar cosas al campo en esa situación", dijo el manager de los Yankees, Aaron Boone. "Obtendré más claridad al respecto, pero, obviamente, no queremos poner a nadie en peligro. Nos encanta la intensidad, pero no puedes tirar cosas al campo".
Ciertamente, estos pocos seguidores de los Yankees deben ser identificados y expulsados del Yankee Stadium por un tiempo considerable, pero sus actos no pueden manchar la actitud de los más de 37 mil fanáticos que apoyan al equipo en cada partido. El Yankee Stadium necesita más seguridad, pero la lealtad de la afición de los Mulos es indiscutible.