EL COACH | Astros nunca debieron robar señas; no las necesitaban para triunfar
Odiar a los Astros de Houston es muy fácil por estos días, pero reconocer que son una organización que ensambló un equipo ganador es un poco más difícil, sobre todo para aquellos que casi por manía siguen apuntándolos por el robo de señas del 2017, año en el que fueron campeones mundiales.
Los Astros cometieron un error histórico cuando en aquella campaña decidieron usar sus equipos de video y demás ventajas para descifrar los pitcheos de los rivales y así sacar una ventaja que al final les ayudó a ganar la Serie Mundial. Los Medias Rojas de Boston también fueron encontrados culpables por lo mismo, y hasta los Yankees de Nueva York fueron investigados. Sin embargo, nunca nadie podrá decir que los Astros fueron los únicos en aprovecharse de mala manera de las ventajas encontradas en el sistema de video de la MLB.
El pasado ya está escrito y esa mancha de "tramposos" jamás será borrada, tal como ocurrió con la era de los esteroides, la sanción de por vida a Pete Rose, el "Escándalo de los Medias Negras", entre otros. No obstante, ya es momento de dejar de pensar que los Astros han ido a tres series mundiales en los últimos 5 años robando señas. Es ilógico y hasta estúpido afirmar - como lo hizo Ryan Tepera, de los Medias Blancas de Chicago, en la Serie Divisional - que los siderales han llegado tan lejos con sólo ilegalidades, las cuales la MLB parece haber aprendido a percatar de forma más eficaz.
Los Astros llegan a la Serie Mundial de 2021 como los campeones de la Liga Americana y tras registrar .281 de average colectivo, .353 de OBP, .443 de slugging, 13 jonrones y 98 hits en 10 partidos de postemporada, instancia en la cual el venezolano José Altuve llegó a 21 jonrones - siendo el jugador que más rápido llega a la cifra en la historia de los playoffs -, registró 47 remolcadas y dejó una línea ofensiva de .292/.370/.553.
Recuérdese que Houston ganó 95 partidos en la temporada regular gracias a un lineup conformado figuras como Altuve, Carlos Correa, Alex Bregman, Michael Brantley, Yordan Álvarez, Yuli Gurriel, Kyle Tucker, entre otros, y a la llegada de Dusty Baker, el noveno manager en la historia con títulos de campeón en la Liga Americana y la Liga Nacional.
En el pitcheo, y sin Justin Verlander, fueron capaces de seguir adelante de la mano de sus abridores Zack Greinke, Lance McCullers Jr., Luis García, Framber Valdez, José Urquidy y Jake Odorizzi, y del aceptable trabajo de su bullpen, en el cual destacó Ryan Pressly con 26 rescates y 2.06 de FIP.
La mala reputación de los Astros está bien ganada, pero quizás, 4 años después del escándalo, es hora de darles el mérito que se merecen como franquicia. La afición es soberana y puede apuntarlos cuando quiera, pero ver a fanáticos celebrar pelotazos me parece una tontería digan de personas que no deben entender mucho de béisbol.
Los Astros están a cuatro victorias de hacerle saber al mundo del béisbol que siempre fueron un equipo ganador con un proyecto ambicioso, que quizás nunca debió robar señas; no las necesitaban para triunfar.