EL COACH | La devaluación de Messi y los daños colaterales de su divorcio del FC Barcelona

Este fin de semana trascendió que Lionel Messi se ha devaluado desde su salida del FC Barcelona en más de 40 millones de dólares, viendo caer su costo en el mercado de $113.22 millones a $67.94 millones en poco menos de un año, justamente con su llegada al PSG francés.

Pese a que el argentino es considerado el mejor jugador de la historia del fútbol por sus logros personales y colectivos - tiene 7 Balones de Oro, 7 Botas de Oro, un premio The Best, un galardón FIFA World Player, es el máximo goleador en la historia del Barca, el jugador con más dianas en LaLiga, ha ganado una Copa América (2021), una medalla de oro en los Juegos Olímpicos (2008) y el Mundial Sub 20 (2005), entre otros éxitos, - su valor está descendiendo con el pasar de los años y pese a que recientemente fue premiado por la revista France Football como el mejor futbolista del 2021.

Pero, ¿por qué Messi vale menos ahora que está en un equipo mejor ensamblado que el FC Barcelona y acaba de ganar su séptimo Balón de Oro?

Desde el mismo momento que Messi firmó su divorcio con el club catalán una nueva etapa en su carrera- quizás la última - se abrió en su camino. Ya el argentino no sería venerado como una figura intocable en Cataluña y sería exigido como cualquier jugador terrenal en los campos de París. Y al final, el tiempo, la adaptación y el sinsabor de haber salido del Barca entre lágrimas podrían estar haciéndole pagar una primera mitad de temporada penosa en la Ligue 1, pese a tener algunos destellos de "ese Messi de siempre" en la Champions League.

Hasta la fecha, 'La Pulga' ha anotado un gol y ha repartido 4 asistencias en 11 partidos y 865 minutos jugados en el campeonato francés; números muy por debajo de los que tenía acostumbrados a registrar como el líder del FC Barcelona. En la Liga de Campeones de Europa ha marcado 5 tantos en igual cantidad de partidos, dos de los cuales han sido penales.

Es muy común ver a Messi en sus redes sociales junto a su familia, disfrutando de la Torre Eiffel, en lugares exóticos o simplemente cenando con su esposa en los mejores restaurantes de París; y esto podría denotar que, más de allá de haber adoptado a Francia como su nuevo hogar y lugar dónde criar a sus hijos; quizás Messi ya, a sus 34 años, no ve el fútbol con el hambre del pasado. A lo mejor, ya está transitando ese camino que lo llevará en poco tiempo a dar una exhibición de un par de años en la MLS para después colgar los botines.

Es absolutamente normal que Messi se haya devaluado. Todos los futbolistas del mundo ven caer su costo en el mercado con el pasar del tiempo y la aparición de las figuras que tomarán sus lugares en la escena mundial, sin embargo, quién sabe lo que estaría ocurriendo si el argentino hubiera seguido en el Barcelona, con la tranquilidad de estar en casa, en su "zona de confort", esa que los psicólogos denominan como un lugar de "ansiedad neutral" y "sin sentido del riesgo".

La separación de Messi y el Barca, bien sea por culpa de las pretensiones económicas del jugador y su padre o el objetivo del presidente Joan Laporta de salvar económicamente al club, sólo dejó cosas negativas a su alrededor. Fue una bomba que dejó daños colaterales importantes: La inesperada reconstrucción del club azulgrana y el fugaz declive del mejor jugador de la historia del fútbol.