EL COACH | El porqué James Harden se convirtió en el Lionel Messi de la NBA
James Harden rechazó hace unas semanas la oportunidad de convertirse en el primer jugador con un salario de $50 millones por año en la historia de la NBA al no aceptar una extensión con los Houston Rockets. Su negativa evidenció su malestar con el nuevo proyecto del equipo y su voluntad, según varios reportes, de ir a los Brooklyn Nets de su ex compañero en el Oklahoma City Thunder, Kevin Durant.
La salida de Russell Westbrook a los Washington Wizards en un cambio que llevó a John Wall a los Rockets es el principio de una nueva era en Houston, que a pesar de su interés en preservar el aporte ofensivo de Harden le será difícil mantener a "La Barba" feliz sin opciones a un título.
Harden quiere ganar un campeonato en la NBA tras ser el mejor anotador de la competición en los últimos años. En las últimas tres campañas, el piloto/alero de los Rockets ha sido el líder en puntos por partido del torneo con 30.4, 36.1 y 34.2 unidades en promedio, esto sin contar que jamás en su carrera ha disparado por debajo del 34% en triples. Quizás para él ya no basta sólo llegar a los playoffs y caer en primeras o segundas rondas, ya que el mejor momento de su andar profesional está siendo desperdiciado.
Recuérdese que en la NBA, como en muchos otros deportes, ganar títulos es lo que consagra a los jugadores en la historia, dejando a las marcas individuales en su segundo plano. Eso lo entendió Michael Jordan en su momento, y ahora LeBron James desde su llegada a Los Angeles Lakers.
La situación de Harden es muy similar a la que vive el argentino Lionel Messi en el FC Barcelona, que sin un proyecto deportivo ganador no será capaz de retenerlo, sin importar cuánto dinero pongan sobre la mesa. Messi, de los mejores jugadores de la historia del fútbol, quiere cerrar su carrera en el Olimpo y no haciendo el ridículo en un equipo que tienes 3 años consecutivos fracasando en la Liga de Campeones y perdiendo el prestigio que llegó a tener en Europa bajo la tutela de Pep Guardiola.
Los mismo está ocurriendo con Harden, a quien los Rockets le hicieron una propuesta de extensión máxima permitida de dos años y $103 millones, además de garantizarle los restantes tres años de su contrato actual por $133 millones.
A este nivel, en donde están estrellas como Harden y Messi, el dinero pasa a un segundo plano. Llega el momento en el que ganar campeonatos es lo más importante para dejar un legado imborrable en el deporte.
Sin dudas, ambos pueden mirarse en un espejo y esperamos que logren salir de esos proyectos que ya no los seducen para ser felices luchando por llegar a lo más alto. Ambos merecen mucho más.