EL COACH | El extraño caso de los Marlins, un equipo que inexplicablemente está en postemporada
Ver a los Marlins de Miami en las series divisionales de la Liga Nacional resulta increíble. El pase de los dirigidos por Don Mattingly a la postemporada luego de 17 años tiene que ser visto como una proeza basado en lo que fueron sus estadísticas colectivas durante la temporada regular de 60 partidos y el brote de coronavirus que a principios de julio hizo improvisar a Derek Jeter y el resto del alto mando del equipo.
Los Marlins, en condiciones normales, muy difícilmente hubieran avanzado a los playoffs, y no porque no tengan un proyecto interesante basado en brazos jóvenes y prometedores - muchos incluidos en el top 100 de los mejores prospectos de la MLB - sino porque aún no tendrían como competir con rosters como los de los Bravos de Atlanta, Nacionales de Washington, Filis de Filadelfia y hasta Mets de Nueva York. Sin duda, la ventaja de una campaña reducida, nóminas extendidas y series cortas de playoffs ponen a los Marlins en la contienda.
Los Marlins fueron el quinto equipo de la Liga Nacional que menos carreras anotó en la campaña regular con 263, el cuarto con menos jonrones (60) y el séptimo con el peor average (.244). Además, su porcentaje de embasado fue .319 y su OPS colectivo fue .703, el cuarto peor del viejo circuito. Entonces, ¿cómo es posible que los peces hayan avanzado a la postemporada?
Miami fue capaz de jugar por encima de .500 (31-29) pese a tener un diferencial de carreras de -41, apoyándose en la expansión de los cupos a los playoffs y malas campañas de sus rivales de división para avanzar. De hecho, de los equipos clasificados a la postemporada en la Liga Nacional sólo los Cerveceros de Milwaukee (-17) y Marlins permitieron más carreras de las que fabricaron.
Si nos vamos al pitcheo, la cosa no mejora mucho. Pese a la puesta en escena del brazo de la futura estrella Sixto Sánchez, los Marlins cerraron la temporada con 4.86 de efectividad colectiva. A su vez, fue el segundo equipo que menos ponchó en 2020 en el viejo circuito (451), el tercero que dio más boletos (226) y su WHIP fue de los peores de la liga con 1.45.
Los Marlins se vieron favorecidos por el cambio de formato y la situación presentada en las Grandes Ligas por el COVID-19, y es absolutamente válido. El mérito del equipo es tremendo por haberse sobrepuesto a las vicisitudes, pero resulta difícil creer que en una temporada normal pudieran haber avanzado con la tendencia de sus guarismos colectivos.
Los Marlins se convirtieron en un dolor de cabeza en los playoffs de 2020. Son un equipo inspirado, que nunca ha caído en la instancia - y no tiene nada que perder - y que en series cortas pueden afianzarse en su pitcheo (en 18 innings ante los Cachorros de Chicago apenas permitieron una carrera y poncharon a 16) para seguir en la pelea. Ahora los veremos ante los Bravos de Atlanta, favoritos por mucho para pasar a la Serie de Campeonato de la Liga Nacional.
No obstante, en el 2021 la historia pudiera ser diferente. Los Marlins deben disfrutar lo que están viviendo. Puede que no vuelva a ocurrir en mucho tiempo.