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EL COACH | Los complejos primaverales de la MLB deberían estar cerrados; el libre albedrío es ya una imprudencia

Los Yankees deberían cerrar las puertas de sus entrenamientos
Los Yankees deberían cerrar las puertas de sus entrenamientos / Michael Reaves/Getty Images
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Esta mañana varios reporteros presentes en el complejo primaveral de los Yankees de Nueva York cubrieron la llegada de Gerrit Cole, quien estiró su brazo y siguió su acondicionamiento hacia una temporada que aún no tiene fecha de inicio. Sí, ante la pandemia del Coronovirus que afecta al mundo y ha obligado a que las ligas y eventos deportivos más importantes se posterguen, muchos peloteros, como Cole, no han tenido una mejor idea que ir a soltar el brazo.

Y es que mientras muchos están en hospitales, haciendo cuarentena y otros más, falleciendo, algunos peloteros se uniforman y hacen sus rutinas, como si nada estuviera pasando.

Que la MLB no pueda cerrar las puertas de los entrenamientos a los peloteros protegidos en rosters de 40 debido al acuerdo con la Asociación de Peloteros ha hecho que en el ente sea blanco de críticas en medio de una enfermedad cuya principal característica es el rápido contagio.

Organizaciones como los Yankees, Tigres de Detroit y Medias Rojas de Boston, sólo por nombrar a algunas, le han dado la opción a sus peloteros de ir a entrenar si así lo desean, dejándolos entrar y salir sin problemas.

Los equipos están tomando las medidas sanitarias correspondientes, pero ninguna organización puede estar cerca de sus peloteros en sus vidas privadas. Todo esto es un riesgo deplorable ante tal emergencia, lo cual evidencia que quizás la liga debería tener más poder ante estas situaciones, las cuales dejan al béisbol en un segundo plano.

La MLB, que hizo bien al suspender la pretemporada y posponer la campaña de 2020 hasta que el Coronavirus sea erradicado, debió alzar su voz, en acuerdo con la Asociación de Peloteros, y dar dos opciones: que todos los jugadores se fueran a sus casas para evitar la propagación del virus, o que todos se quedarán habitando en los complejos, entrenando y haciendo cuarentena hasta que todo sea controlado.

El libre albedrío que existe en las Grandes Ligas pone en riesgo la salud de muchos dentro de las organizaciones. Que entren y salgan peloteros a diario es un riesgo que la MLB podría pagar caro en el futuro. Es inadmisible que el gerente general de los Tigres, Al Avila, haya tenido que someter a votación de los peloteros la estancia de los mismos en los entrenamientos primaverales. Este asunto no debería estar en mano de los jugadores, que obviamente están asegurando estar en forma para cuando la temporada comience y escudarse para que si esta emergencia sigue, puedan justificar sus salarios, diciendo que no han parado de trabajar pese a la pandemia.

Quizás la respuesta está en asegurarle los sueldos a los jugadores, algo que hasta la fecha no ha estado en discusión, pero que si esta situación se extiende podría obligar a muchos equipos de mercado pequeño a hacer ajustes en sus nóminas, algo que daría inicio a una batalla legal entre MLB y la Asociación de Peloteros sin precedentes.

El Coronavirus está afectando económicamente al mundo y de eso no se escapa el béisbol. Los equipos deben hacer ajustes si esto se prolonga y los jugadores deben entender que la salud es lo primero, algo que desde mi punto de vista no está muy claro para muchos.

Este martes el manager de los Yankees, Aaron Boone, se despidió de sus jugadores, les pidió que se cuidarán, agarró su carro y se fue a su casa; mejor ejemplo de un líder, imposible.

Todos los campos de entrenamientos deberían estar cerrados y los jugadores con sus familias. Cuando ya la pandemia sea controlada y la MLB tenga fecha de inicio, todos deberían volver a trabajar. Por ahora, el libre albedrío se está convirtiendo en una imprudencia que puede tener graves consecuencias.