EL COACH | El despido masivo en las ligas menores es visto como despiadado, pero es necesario para el béisbol
La semana pasada un reporte de ESPN hizo una revelación quizás no tan reveladora. Once organizaciones de las Grandes Ligas decidieron comenzar un recorte de peloteros de ligas menores para escatimar gastos en tiempos en el que el COVID-19 ha hecho estragos en la mayoría de las economías del mundo. Sin embargo, y pese al escándalo armado tras el reporte, esto dista de ser algo nuevo y puede que inclusive llegue a ser positivo para el béisbol y los peloteros cuya oportunidad de llegar a las mayores es una utopía.
Los Cardenales de San Luis, Marineros de Seattle, Cerveceros de Milwaukee, Rojos de Cincinnati, Mets de Nueva York, Nacionales de Washington, Orioles de Baltimore, Rockies de Colorado, Bravos de Atlanta, Cascabeles de Arizona y Rays de Tampa Bay fueron los primeros clubes en dar a conocer la lista de peloteros cortados. Otros, como los Reales de Kansas City, por el contrario, se pusieron en pie de guerra con sus peloteros, afirmando que "los jugadores de las ligas menores tienen la oportunidad de influir en el béisbol tanto o más que los que llevan años jugando. Todos pueden regresar a sus comunidades a lo largo del tiempo y crear academias y convertirse en coaches, scouts, etc".
No obstante, las franquicias que decidieron reducir sus nóminas y quizás, en un futuro, sus sucursales no pueden ser vistas como los malos de la película. Es bien sabido en el seno de la MLB que los dueños de equipos tienen desde hace mucho tiempo el objetivo de recortar sus filiales y hacer del béisbol un deporte más selectivo, es decir, para aquellos que realmente tengan una oportunidad de llegar a las Grandes Ligas.
Hasta el día de hoy, el sistema de ligas menores de la MLB está conformado por las sucursales Rookie (Novato), Clase A Corta, Clase A Media, Clase A Fuerte o Avanzada, Doble A y Triple A, siendo los primeros niveles los que más serían sacrificados en el futuro. Los dueños de equipos consideran que no hay mucha diferencia en el nivel de los peloteros entre Clase A Corta y Avanzada, por lo que el filtro de jugadores comenzaría por ahí.
Y es que las 30 organizaciones de las Grandes Ligas saben el potencial de un pelotero al momento de firmarlo. Los mejores prospectos de cada equipo son seguidos de cerca de sus llegadas al sistema, por lo que el porcentaje de jugadores que pueden convertirse en grandeligas a tiempo completo fuera del radar de las promesas es muy bajo.
La mayoría de los jugadores que hacen vida en las ligas menores devengan un sueldo promedio en Estados Unidos, muchos, inclusive, cobrando lo mismo o menos que cualquier trabajador de clase media o baja del país. En Triple A se devenga alrededor de $80,000 dólares anuales. Esto puede variar según el contrato que se firme o el tiempo de servicio que tenga el jugador, sin embargo, la diferencia de los sueldos entre niveles es abismal.
¿Realmente vale la pena pasar toda la vida en las ligas menores, esforzándote por llegar a las mayores, por un salario mínimo - al menos en Triple A - de 10,000 dólares anuales?
El despido masivo en las ligas menores a raíz de la pandemia del COVID-19 quizás sea visto por muchos fanáticos como despiadado dada las circunstancias, pero no es algo nuevo. Las ligas menores hacen recortes cada cierto tiempo y esto podría ser hasta beneficioso para los que salen de la burbuja de la MLB, ya que les permite darles otro rumbo a sus vidas.
Estar preso a un sueño, en su mayoría imposible, de llegar a las Grandes Ligas es peor que ser despedido. El béisbol debe brindarle la oportunidad a quien pueda destacar y no darle falsas promesas a quienes sólo aman el deporte. Esto le dará más calidad a una disciplina que aún no logra atrapar a las nuevas generaciones, pero que busca un cambio en sus reglas, duración y entendimiento que bien podría ser visto como una revolución; la cual necesita para seguir evolucionando.