EL COACH | Necesitamos más Trevor Bauer en la MLB; no lo juzguemos por divertirse
Trevor Bauer siempre se ha hecho notar en la MLB por su extravagante personalidad, la cual le ha dado tanto seguidores como detractores. Ser un lanzador pícaro y además talentoso le ha dado la oportunidad de divertirse en el terreno de juego sin pensar mucho lo que piensen los demás.
Una muestra de ello ocurrió el sábado ante los Padres de San Diego en el marco de la pretemporada, cuando decidió mantener un ojo cerrado para salir de un problema. Y es luego de permitir un hit al primer bate Jurickson Profar y otorgar un boleto a Tommy Pham, el nuevo as de los Dodgers de Los Angeles retiró a los tres bateadores siguientes con un ojo cerrado.
Las cámaras notaron el momento en el que Bauer apuntó a su ojo, mientras Profar no pudo aguantar la risa.
"Creo que si no pudieron anotarme con un ojo abierto, será difícil hacerlo cuando abra los dos", comentó Bauer a ESPN. "Simplemente quise divertirme".
¿Y quién puede juzgarlo?
La MLB ha sido una de las ligas que en los últimos años más le ha costado ganar nuevos adeptos, teniendo una media de edad de fanáticos de más de 30 años. Si el béisbol no se convierte en un deporte más rápido, vistoso y divertido, jamás podrá competir con la NBA o NFL, entes deportivos que han sabido hacer una mejor estrategia de marketing y cuyos fanáticos parecen crecer con el tiempo.
No todos los peloteros deben convertirse en nuevos "Bauers", pero bien pueden comenzar a hacer del béisbol un deporte en el que "las reglas no escritas" se respeten cada vez menos y que sonreír y celebrar sea algo válido tras un ponche o un jonrón.
Recuérdese Fernando Tatís Jr. fue juzgado la temporada pasada por batear un jonrón en cuenta de 3 bolas sin strikes para darle una ventaja mayor a los Padres ante los Rangers de Texas.
¿En qué nos hemos convertido?
Llegó la hora en que celebrar un ponche en una momento decisivo o clave, hacer bat flips u otra ocurrencia que haga del béisbol un deporte más divertido sea aceptada de forma más tranquila. Todas estas improvisaciones es lo que hace al deporte tan especial.
Si bien el béisbol es un deporte analítico, en el cual las estadísticas modernas han ayudado al entendimiento de su evolución, tampoco pretendamos que los actores (los jugadores) se conviertan en máquinas sin sentimientos.
Ríamos. Sintamos el béisbol con más mente abierta. Gocemos con cada batazo y no juzguemos a quienes quieren hacer de su trabajo el mejor lugar de sus vidas.
Queremos más Trevor Bauer; más Stephen Curry en la NBA. El deporte es un negocio, pero si los fanáticos no se divierten no podrá seguir prosperando.