OPINIÓN | El despido de Ernesto Valverde por parte del Barcelona tuvo que darse hace muchísimo tiempo
Ernesto Valverde tiene las horas contadas en el Barcelona FC. Bien sea este lunes 13 de enero o al terminar la temporada, el vasco le pondrá punto final a su estancia en el club catalán, una etapa que será recordada más por las debacles contra la Roma, el Liverpool y la más reciente, ante el Atlético de Madrid en la Supercopa de España, que por su dominio en la LaLiga, lo cual es de lo único que puede vanagloriarse.
Valverde está desgastado. Su ciclo había terminado en Anfield. La remontada histórica del Liverpool en las semifinales de la Liga de Campeones significó el final de su estadía en el Barcelona, aunque Lionel Messi y el resto de los jugadores de peso del vestuario le defendieran llevando toda la responsabilidad de la noche oscura en Inglaterra.
Y es que si bien la línea defensiva del Barcelona - sobre todo Gerard Piqué - tiene mucha culpa de lo ocurrido en los últimos grandes partidos, es Valverde quien tiene la responsabilidad de leer los partidos, estudiarlos, saber lo que tiene en el banquillo y la cantera, además poner en uso un planteamiento que dignifique la historia del Barca, una organización admirada en el mundo por su juego, más allá de los trofeos que pueda ganar.
Valverde echó por el piso todo lo edificado por Johan Cruyff, Josep Guardiola y hasta el mismo Luis Enrique, sólo por nombrar a algunos directores técnicos. El Barcelona comenzó a depender más que nunca de Messi, quien pese a ser el mejor jugador del mundo, puede tener malos partidos -aunque sean pocos -. Esto es fútbol, no tenis, no boxeo, y el depender de un solo jugadores pasa factura al final. Es por eso que los esquemas tácticos y la identidad son tan importantes.
El Barcelona perdió su sello. Está desperdiciando la era dorada de Messi en apenas tres temporadas. Valverde está desgastado. No sabe leer los partidos, ni mucho menos cómo cerrarlos. No conoce las debilidades que tiene y tampoco aprende de sus errores.
Bajo su mando el Barcelona ha vivido las mayores humillaciones en la historia del equipo, ya que perder no es lo discutible, sino cómo. En el fútbol, y en el deporte en general, ganar y peder está a la orden del día. Es algo asumible, pero las formas en un equipo con tanta historia deben ser cuidadas.
Otro debate sería si se le ha faltado el respeto a Valverde buscando a otro técnico sin ni siquiera haberle reunido o informado antes. Las formas de actuar de esta directiva liderada por Josep Maria Bartomeu son más que reprochables.
Sea Xavi, Ronald Koeman, Mauricio Pochettino o Francisco Pimienta el próximo técnico del Barcelona, siempre será mejor que Valverde, quien desdibujó al equipo y es uno de los responsables de las peores derrotas en la historia de un club que fue capaz de enamorar al mundo con su juego.