El dilema que tendrán los Warriors con Andrew Wiggins y Jordan Poole para poder retenerlos
Por Miguel Bonilla
La temporada 2021-2022 de la NBA para los Golden State Warriors tiene como grandes protagonistas a Stephen Curry y a Klay Thompson, este último en su regreso a la liga tras superar lesiones. Sin embargo, dos figuras que tuvieron su propio espacio para brillar fueron Andrew Wiggins y Jordan Poole, siendo fundamentales para estar cerca de un nuevo título.
En el caso de Wiggins, tras muchos años de críticas la selección número uno del draft de 2014 no solo mostró su evolución como jugador defensivo, sino que ha sido fundamental como opción ofensiva a lo largo de los playoffs, y su actuación en el Juego 5 de Las Finales es vista, tal vez, como la mejor de su carrera en la liga.
Poole en cambio, fue una de las apuestas de los Warriors en el draft de 2019 y tras un par de años en un rol secundario, asumió la responsabilidad de se figura ofensiva del equipo mientras Thompson se recuperaba de sus problemas físicos. El escolta terminó promediando 18.5 puntos y 4 asistencias por juego en la campaña, incluso ganándose la consideración de los fanáticos como el tercer "splash brother".
Las cosas se complican para Golden State pensando en el futuro de estos dos jugadores con el equipo, ya que la temporada 2022-2023 será para ambos el último año de su actual contrato y bien merecido tendrán tanto un acuerdo multianual como un aumento notable en sus salarios.
Tanto el dueño del equipo como su gerente general, Joe Lacob y Bob Myers respectivamente, han declarado que pretenden premiar a sus jugadores por el excelente rendimiento que han tenido, independiente de si les toca pagar una cifra astronómica en salarios y en la multa de lujo del tope salarial.
Al día de hoy son el equipo que más dinero tuvo que gastar en su plantilla con $175 millones solo en sueldos, pero además con una enorme multa de lujo cercana a los $170 millones, llevando el costo total de la nómina hasta unos $345 millones, aproximadamente.
Para la temporada 2023-2024 están garantizados desde ya cerca de $144 millones sin contar justamente con Wiggins y Poole en la nómina, por lo que esta cifra podría crecer notablemente si se les ofrece un contrato generoso a ambos.
Esto por supuesto coloca en aprietos a la gerencia de los Warriors, ya que más allá de sus intenciones de pagar lo que sea necesario, se colocan muy por encima del costo de otras organizaciones. Por ejemplo sus rivales de Las Finales de NBA, los Boston Celtics, pagaron alrededor de $136 millones por su plantilla, es decir, tan solo un 40% de la inversión hecha por los californianos.