EL RELEVISTA | El pánico no debe apoderarse de los 76ers por la lesión de Joel Embiid

La imagen de Joel Embiid caído mientras se tocaba la rodilla con evidentes signos de dolor provocó cuando menos escalofríos. El líder ofensivo de los 76ers parecía lesionarse gravemente cuando se toca la segunda mitad de la temporada 2020-21 de la NBA. Sin embargo, el golpe fue leve y puede considerarse que, a pesar de lo malo, es positivo que hubiese ocurrido en este momento.

No solo es por lo relacionado con el calendario. Aunque este tipo de lesiones (hematoma en el hueso de la rodilla fue el dictamen médico) suelen curarse en menos de dos meses, los 76ers respiran porque no ocurrió en los playoffs o en un duelo decisivo por el campeonato.

Embiid, con promedios de 29.9 puntos y 11.5 rebotes por partido en la 2020-21, se consolidó como ese jugador élite que demuestra en el tabloncillo que es capaz de llevar a su equipo hasta la conquista de la corona. No es que antes no lo haya demostrado sino que ahora lo hace con pruebas suficientes de que es merecedor de ese rótulo. Nada más por esa condición es que genera mucho temor cualquier inconveniente físico que sufra al calor de un partido.

Doc Rivers, el entrenador que llegó este año para tomar las riendas de la franquicia de "Philly", resumió con sus palabras el alivio que se siente ahora tras la lesión del pívot. "Me preocupe cuando lo vi (...) pero una vez lo vi saliendo del juego me sentí mejor", le comentó hace pocos días a ESPN.

Y es que Rivers tiene razón. Lo más alentador, además de ver a Joel Embiid salir de pie aunque ayudado por sus compañero, es que no fue un golpe de esos que terminan con la temporada. Va a estar sano en poco tiempo y, lo más importante, listo para liderarlos en la verdadera recta final.

Puede sonar a contransentido, pero si se le pregunta a un coach si prefiere perder a su estrella con una lesión igual a la de Embiid porque es un mal menor, seguramente dará una respuesta positiva.

Los 76ers vienen madurando un equipo con aspiraciones serias de ganar la corona de la NBA desde hace varios años. Joel Embiid y Ben Simmons son los dos estandartes que tratan de llevarlos a buen puerto. Cada cosa que ocurra con alguno de ellos es un tema sensible.

Filadelfia tendrá a su hombre grande en la pintura totalmente sano para el momento más importante del año. Ya eso por ahí es ganancia. Ahora solo queda esperar su regreso.