EL RELEVISTA | La gerencia de los Padres de San Diego debe ser ejemplo para los demás equipos de la MLB
Por Gonzalo Rodríguez Crespo
Son tiempos buenos para los Padres de San Diego. Una de las pocas organizaciones de la MLB sin una corona de la Serie Mundial es una de las más activas de la actualidad, con una agresiva política de firmas que los tiene como uno de los favoritos para ganar el título en 2021. El ansiado trofeo puede llegar pronto y sería un merecido premio a una de las mejores gerencias que hay en el béisbol.
No son pocas las cosas buenas que han ocurrido en los últimos meses en la fronteriza franquicia. Sumaron a buenos brazos como Mike Clevinger, Blake Snell, Yu Darvish y Emilio Pagán; mantuvieron la producción en las granjas y formaron un núcleo de estrellas bateadoras por muchos años como Manny Machado, Eric Hosmer y Wil Myers.
A todo eso se suma su seria intención de darle a Fernando Tatís Jr. una extensión de contrato en el rango de los 200 millones de dólares.
Sin tener la historia y el mercado imponente de otras organizaciones como los Yankees y los Medias Rojas, por solo citar dos, en los Padres se mueven con inteligencia y sin botar el dinero. Van a lo suyo sin ocultar que el objetivo es ganar, sacudiendo un deporte que ha estado semiparalizado en los últimos meses por la pandemia de COVID-19.
El cerebro que está detrás de todos estos movimientos de los clérigos es AJ Preller. Uno de los gerentes más jóvenes de la industria demostró que sí se puede mejorar un equipo en poco tiempo y sin caer en la anarquía.
Su primera gran victoria fue convencer a Manny Machado para que uniera su futuro a ellos. Eso sí, no iba a ser barato traer a un pelotero de esa calidad y por eso cuesta 300 millones de dólares por 10 zafras. Hasta ahora, en dos años, tiene un OPS de .839 con 48 jonrones contando la campaña recortada de 2020. Lo bueno es que no es un acuerdo totalmente cerrado y el oriundo de Miami se puede salir cuando cumpla 30 años (en 2023) si las cosas no salen bien en San Diego.
Otro movimiento de ajedrez de Preller fue mejorar la rotación de abridores sin hipotecar las granjas ni salir de sus dos mejores lanzadores jóvenes: Chris Paddack y Dinelson Lamet. Los conserva en su roster y además le sumó a un ganador de Cy Young (Snell) más dos pitchers que han sido contendientes para el galardón (Darvish y Clevinger).
A esto se suma la seria intención del pacto con Tatís Jr. Acá hay que destacar la pupila de Preller porque se atrevió a desprenderse del as en la rotación del equipo, James Shields, por una promesa latina que firmó por 700.000 dólares y no fue el más cotizado de su clase. Ahora es uno de los dos peloteros con calibre de MVP que tiene en la nómina y está dispuesto a asegurarlo.
Aún con la llegada de todas estas estrellas y en medio de un presente con énfasis en el ahorro, los Padres no tienen la nómina más cara de la liga. Suman sus compromisos en salarios para 2021 poco más de 152 millones de dólares.
Para tener una mejor idea de lo positivo que es su relación precio-valor, es importante saber que todavía están por debajo en este rubro de equipos que no lucen tan poderosos en lo deportivo como ellos como lo son Angelinos y Medias Rojas. Sin duda alguna esto es una característica clave de lo que es una buena gerencia.
Nadie en el béisbol, ni mucho menos en las Grandes Ligas, tiene la fórmula mágica para ganar campeonatos. Sin embargo, los Padres demuestran que se pueden hacer cosas sin especular y apostando a ganador. Ojalá les salga bien su apuesta.