EL RELEVISTA | Lo hecho por los Piratas con Oneil Cruz retrata el "tanking" en la MLB
Por Gonzalo Rodríguez Crespo
Esta semana los Piratas de Pittsburgh decidieron enviar a ligas menores al prospecto Oneil Cruz, el mejor campocorto joven que hay en la organización y uno de los más destacados en la MLB. Más allá de la sorpresa por el descenso, el movimiento de la gerencia lo que hizo fue demostrar nuevamente que los equipos perdedores seguirán haciendo "tanking" impunemente y poco importa el que dirán.
Primero hay que recordar que el "tanking" es la acción intencionada de un equipo deportiva para no ser competitivo y apostar a una temporada perdedora. Puede resultar un sinsentido, pero esto es lo que hacen desde hace muchos años algunos equipos de las Grandes Ligas. En el caso de los Piratas es más que evidente.
Pittsburgh es uno de los peores equipos de todo el béisbol, con un roster que se parece más a una escuadra Triple A que a una de las mayores. En los últimos 20 años han sido solo cuatro las veces que han tenido un récord positivo, con apenas 3 clasificaciones a la postemporada. Tiene una de las nóminas más bajas (gastarán 37.8 millones de dólares en sueldos en 2022, el presupuesto número 28 entre 30 equipos) y no son noticia por acordar contratos multimillonarios con estrellas.
Está claro entonces que el de Pittsburgh es un equipo de "mercado pequeño" que no hace fuertes inversiones. Pero es que no solo hace grandes gastos en su presupuesto sino que también pone en práctica todo lo que tenga a mano para sacar ventaja del sistema laboral. Y acá es donde encaja lo sucedido con Oneil Cruz.
Cruz tiene solamnente un par de días de tiempo de servicio en las mayores. Técnicamente es un jugador con casi cero días de servicio. Si lo colocan en el roster del Opening Day su antigüedad sigue corriendo desde el vamos de la campaña de 2022. Pero al enviarlo a las menores cortan con este proceso. Además se nota que es una excusa administrativa porque no podía ser deportiva: el caribeño tenía un buen comienzo en el Spring Training (.333 con un par de jonrones en 9 juegos).
Este infielder batea en cinco campañas en las menores para .281/.342/.463 con 85 dobles, 49 jonrones, 60 bases robadas y 207 remolques. Estas son estadísticas de élite y nada parece ya que tiene que probar en las sucursales de los bucaneros. Tampoco los Piratas tienen a un campocorto consolidado para 2022 (Kevin Newman es quien se perfila como titular y batea de por vida para .257).
¿Qué buscan los Piratas al retrasar el ascenso de Oneil Cruz a las mayores en 2022? Pues sencillamente que a final de año no acumule los 181 días necesarios para sumar un año de servicio y así probablemente extender las zafras de control del equipo en su contrato. En condiciones normales, Cruz podría ir al arbitraje en 2024 si juega 3 temporadas completas, pero si lo ascienden digamos en mayo no será hasta 2025 cuando pueda entrar por primera vez al arbitraje.
Hay que recordar que es en esas campañas del arbitraje cuando la gran mayoría de los peloteros tienen la oportunidad de lograr su primer gran contrato como profesionales.
Este asunto es más profundo que una simple decisión técnica sobre el desarrollo de un jugador y sirve para explicar, una vez más, que MLB es una aplanadora y domina el marco laboral del béisbol. Con Cruz en su lineup de todos los días, los Piratas podrían ser un equipo con mejor opción para ganar partidos. Pero parece claro que esta no es la prioridad en las primeras semanas de la campaña.