EL RELEVISTA | Julius Randle es la mejor inversión de los New York Knicks de los últimos tiempos
Por Gonzalo Rodríguez Crespo
Julius Randle ya no es un jugador de segundo orden en la NBA. Ahora es una de las estrellas de la liga, alguien fundamental para su equipo, los New York Knicks, y una figura a tomar en cuenta para los años por venir. Este alero de 26 años llegó como una firma en la agencia libre por un contrato no muy alto y que a la larga le ha resultado demasiado económico a la franquicia.
Seleccionado por los Lakers en la primera ronda del draft de 2014, Randle deambuló varias campañas por la franquicia californiana y los New Orleans Pelicans antes de llegar a La Gran Manzana. Los Knicks, metidos en una seria reconstrucción, apostaron por él a cambio de 62.1 millones de dólares por tres campañas, un pacto a razón de $18 millones al año.
Pues bien, por esa cantidad de dinero, los Knicks adquirieron a una pieza que se ha erigido como la figura del quinteto titular, a la par de otras figuras como Joel Embiid, Giannis Antetokounmpo o Stephen Curry. Fue la clave para que terminasen cuartos en la Conferencia Este de este año y personifica la nueva esperanza de la afición neoyorquina, una de las más pasionales de la liga.
Esos 61 millones de dólares que "compraron" los Knicks por los derechos deportivos Randle le han devuelto a un jugador que los representa en los Juegos de Estrellas, que los puso de nuevo en el mapa del baloncesto y que puede ser el referente alrededor del cual armar un grupo con serias aspiraciones de competir por mucho tiempo.
Cuando decimos que es "económico" es porque lograron todo eso sin salir de selecciones altas del draft, desembolsar años de un salario máximo y sin compremeter las finanzas de la organización. Esto no es poco, sobre todo en esta era de contratos millonarios e ingresos golpeados por la pandemia de COVID-19.
Aunque el éxito colectivo en la NBA no es algo que se alcance fácilmente, los Knicks son afortunados por contar con alguien como Randle, quien además se ha identificado claramente con los colores. También se ha entendido completamente con el coach Tom Thibodeau, otra causa del rendimiento positivo de este año.
No estamos asegurando que sea el nuevo "Patrick Ewing", pero sin duda alguna que es un atleta que con el trabajo silencioso y el hambre de figuración que muestra en la cancha va por ese camino. Bien por él y bien por los Knicks.