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EL RELEVISTA | Justin Verlander tomó la decisión correcta al renovar con los Astros

Justin Verlander quiere terminar su carrera en los Astros
Justin Verlander quiere terminar su carrera en los Astros / Bob Levey/GettyImages
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Justin Verlander decidió quedarse en los Astros de Houston para la parte final de su carrera en la MLB y con este movimiento dijo muchas cosas. La primera, y quizás la más importante, es la muestra de lealtad que el pitcher tuvo con la franquicia, algo poco común hoy en día en el béisbol y que lo diferencia un poco de otras figuras que jugaron con los siderales como Carlos Correa.

Pero además, Verlander también deja entrever que confía más en ganar nuevamente un campeonato en las mayores con los Astros que con cualquier otro equipo. Y tiene razón si así lo piensa. A pesar de la baja del campocorto Correa, en Houston aún tienen a un equipo poderoso que se potenciará aún más con el papel de as de la rotación que el derecho tendrá que llevar a cabo desde el inicio de la próxima pretemporada.

Será entonces el veterano la cabeza de un grupo que tendrá a los jóvenes Framber Valdez y Luis García más el consolidado Lance McCullers Jr. como las cuatro piezas regulares con las que contará el manager Dusty Baker para abrir los encuentros. A una primera vista luce bien porque tiene a un doble ganador del Cy Young (Verlander), a uno de los abridores más controlados de las Grandes Ligas (McCullers) y a uno de los mejores novatos tiradores de la Liga Americana.

Quizás no será la mejor rotación de las Grandes Ligas a la que se une de nuevo Justin Verlander, pero sí era una de las pocas en las que va a ser la principal figura. Si regresa con el brazo sano, capaz de aguantar el trabajo de más de 160 innings en una campaña, tendrá el papel de protagonista principal para intentar la victoria en los playoffs, algo que en el pasado se ha visto que le gusta.

El rival más fuerte que tenían los Astros en la "pelea" por el lanzador eran los Yankees, que hicieron la debida diligencia para contratarlo. En los Mulos del Bronx, Verlander también hubiese alcanzado un lugar estelar, solo por detrás del indiscutido as Gerrit Cole. Pero quizás la presión de la exigente fanaticada neoyorquina por su pasado ligado a un club acusado de robo de señas en partidos ante los del uniforme a rayas quizás influyó para pensar en otro camino.

Y el dinero también tuvo su importancia acá porque se cree que los neoyorquinos no igualaron los 25 millones de dólares que le pusieron sobre la mesa los de Texas.

Las otras opciones realistas que tenía Verlander eran los Medias Rojas y los Azulejos. Los primeros, metidos en una política de compra a bajo costo, no iban a arriesgar mucho dinero en un lanzador que venía de una cirugía mientras que los segundos demostraron más interés en renovar a José Berríos y en tratar de firmar al cotizado Robbie Ray.

Justin Verlander se decidió por la opción más lógica vista su condición actual y que, de paso, le garantizó un par de decenas de millones de dólares más para su cuenta bancaria.