EL RELEVISTA | LaMelo Ball salva a su apellido de todas las críticas en la NBA
Por Gonzalo Rodríguez Crespo
Muchas son las historias alrededor de los hermanos Ball y ese incontenible verbal que es su padre LaVar. Y la mayoría son negativas, precisamente porque el progenitor de Lonzo, LaMelo y LiAngelo se encargó de crear polémica en cada aparición pública para hablar de sus retoños. Pero hoy en día todo eso está escondido o en el olvido gracias al menor de los vástagos, LaMelo Ball, quien con su juego con los Hornets en la NBA calló muchas bocas.
Más allá de que el joven base de Charlotte es la verdadera estrella de la familia, lo cierto es que no se equivocaron quienes pronosticaban que fuese seleccionado con un pick alto en el draft. Tiene visión de juego, buen criterio para conducir el balón y muestra confianza a la hora de desplegar el ataque.
LaMelo poco a poco va tocando algunos récords de la liga, sobre todo aquellos para jugadores menores de 20 años, su condición actual. Su futuro es brillante y no es una locura pensar que va a estar en el nivel de Luka Doncic, Ben Simmons o Devin Booker, entre las estrellas jóvenes de la liga.
Algo que sin duda alguna ayudó para que no le pesara el nivel de la NBA fue que pasó más de un año en ligas profesionales de Lituania y Australia. Tomó una vía distinta a la que hacen tradicionalmente los prospectos, y él no entró al sistema de la NCAA. Este fogueo probó ser más beneficioso en su desarrollo, con muchos aspectos de su juego al nivel de un basquetbolista experimentado.
Solamente tiene 34 duelos en la liga, con 14 de ellos como titular, pero LaMelo es más peligroso con la pelota que muchos veteranos. Su promedio de pérdidas no llega a 3 por partidos (2.8) y lo mejor es que combina una efectividad de campo buena (casi 45%), que pocos esperaban de él, con un alto promedio de asistencias (6.4 por duelo), el mejor entre los novatos.
Respaldado además por averages de 15.7 puntos y 6.0 rebotes, el menor de los Ball va encaminado a tener una campaña que opaca a quienes dudaban de sus condiciones, y que incluso le colocaban un signo de interrogación sugestionados por las expectativas no cumplidas con Lonzo en los Lakers.
Solo el tiempo dirá si LaMelo se consolida como una de las figuras de su época en la liga. Pero el primer paso lo dio, y en forma muy contundente. Si la mente no le falla, la salud le acompaña en la mayor parte de su carrera y mantiene a la figura de su padre en segundo plano será alguien importante en el máximo nivel del baloncesto.