EL RELEVISTA | El legado de Derek Jeter no es su carrera deportiva sino su evolución dentro del béisbol

Finalmente Derek Jeter entró en el Salón de la Fama, un logro que estaba cantado tras su gran carrera deportiva con los Yankees de Nueva York en la MLB. Fue uno de los mejores campocortos de su generación, un líder indiscutido en el terreno y una cara positiva para el béisbol. Sin embargo, lo más trascendente de su vida y por lo que podría ser aún más valorado podría estar por venir.

Es Jeter, por así decirlo, un personaje multifacetico. Aquel joven campocorto que tenía problemas con su ofensiva al comienzo de su vida profesional no se conformó con mejorar para ser una estrella. Tampoco repitió el camino de ser coach o manager, algo que muchos realizaron luego de retirarse. No. Para él lo más importante fue llegar hasta instancias más altas, desde donde se domina el juego. Esa es su gran empresa ahora.

Puso Jeter toda su jerarquía y credibilidad en riesgo al lanzarse a la aventura de asociarse para adquirir a los Marlins de Miami, una de las franquicias más débiles de la liga. Quiere demostrar, por así decirlo, que los peloteros no son solamente los "obreros" que echan a andar la maquinaria de dinero en el béisbol. También pueden ser parte del "cerebro" de la industria, y que mejor que hacerlo llevando al éxito a una de las organizaciones con más problemas de todo el sistema.

No hay que extrañarse tampoco de la capacidad que demuestra Jeter para reiventarse dentro del béisbol. Hijo de una pareja de profesionales universitarios, muy probablemente le inculcaron desde pequeño el valor del conocimiento para transformar realidades. Es esto lo que trata de hacer con su empresa en Florida, demostrar que se puede ser ganador sin tener muchos millones de dólares listos para ser gastados en estrellas.

Por ahora, la tarea en los Marlins aún es complicada. Tiene en la organización a un grupo de prometedoras figuras, que aún no dan el salto grande a pesar de que lograron meterse en los playoffs de la atípica temporada de 2020. Pero van en buen camino aplicando la fórmula de conservar a peloteros rendidores y "baratos" para potenciar los resultados.

Como CEO de los Marlins, el éxito para Jeter no puede ser medido de la misma manera que cuando era campocorto de los Yankees. Acá la evaluación es más implacable y va de la mano con construir un equipo ganador, que se consolide entre los seguidores de este deporte en la ciudad.

Si lo logra hará aún más trascendente su paso por el béisbol y no es descabellado decir que hacer unos Marlins ganadores es algo que competirá contra sus fantásticos números en los Yankees.