EL RELEVISTA | Luka Doncic va a ser la llave para que la NBA aumente su impacto en Europa
Por Gonzalo Rodríguez Crespo
La imagen lo decía todo con solo echar un vistazo. Eden Hazard, una de las últimas estrellas en llegar al Real Madrid, cambiaba la camiseta deportiva con Luka Doncic, el astro de los Mavericks. Un hecho que va más allá del simple encuentro epistolar entre dos deportistas de Europa. Encierra un mensaje claro. El base de la franquicia de Dallas puede ser la gallina de los huevos de oro para la NBA en el Viejo Continente.
Aunque ya la liga de baloncesto profesional tiene un lazo consolidado con las tierras europeas por el camino que abrieron estrellas como Vlade Divac, Dirk Nowitzki, Tony Parker, Pau Gasol, Giannis Antetokounmpo, por solo citar algunos; Doncic tiene varias cosas a su favor que le ayudarían a ser todavía más determinante.
Ninguno ha conquistado tan joven el máximo nivel. Ninguno llegó con el triunfo a cuestas como él.
Y todo se basa en su juventud y su carisma.
Es el jugador nacido en Ljubljana un compendio de calidad técnica, buena presencia mediática, acciones correctas dentro y fuera de la cancha, y autor de un buen número de hazañas en su corta carrera de dos temporadas en la liga. Todo esto lo hace ser no más que un predestinado.
A su corta edad ya es líder de un equipo, se tutea con astros consolidados como James Harden o Kawhi Leonard y hasta bate récords que estaban en poder de LeBron James y Stephen Curry. Esto, por sí solo, le da un gancho de mercadeo monumental a los comercializadores de la NBA en su esfuerzo por conquistar nuevos públicos.
Aunque un joven de la península balcánica puede ser un desconocido, y quizás tenga que "pagar" todavía un derecho de piso en el torneo ante los consagrados, Doncic cuenta con un pasado que le da un plus para ser la cara del baloncesto profesional de alto nivel en los lares europeos.
Y esta baraja ganadora es que está ligado al baloncesto por el equipo del Real Madrid, que no tendrá el poder mediático de su hermana mayor del fútbol profesional pero su solo nombre ya es garantía de éxito.
Con la camiseta merengue el esloveno llegó a lo más alto en su área competitiva. La corona en la Euroliga, la Champions del baloncesto rentado en Europa, fue su carta de presentación para que en el Draft de la NBA lo tomasen en primera ronda.
Y si logra replicar este éxito en el circuito estadounidense, encumbrando a los Mavericks a ser contendientes serios, habrá encontrado el detonante para hacer resonancia en el cemento de la vieja Europa.
No puede nada más que convenirle a la NBA un eventual triunfo de Doncic en norteamérica. Aumentar la influencia en un mercado que, según el comisionado Adam Silver, no ha crecido desde la década de los 90 del siglo pasado es un reto hecho a la medida del anotador de los Mavs.
Y tiene toda su vida por delante para hacerlo.