EL RELEVISTA | MLB aplica toda la presión para quebrar a los jugadores y poco le importa el qué dirán
Por Gonzalo Rodríguez Crespo
Las negociaciones entre los jugadores y la industria de la MLB no avanzan significativamente. Lo que parecía un claro empujón hacia el acuerdo final se dio esta semana con la programación de reuniones diarias entre las dos partes. Pero la industria coloca piedras en el puente hacia el entendimiento cuando coloca una fecha límite de un acuerdo so pena de cancelar juegos, algo que provoca pérdidas económicas.
El mensaje parece claro: la aplanadora de los equipos va con todo contra los atletas, y poco les importa el qué dirán.
La Asociación de Jugadores de las Grandes Ligas sabe que su única fortaleza frente a los dueños del negocio es la unidad. Su poder de negociación aumenta en la medida que sus agremiados permanezcan juntos detrás de una estrategia. En el pasado, el enfoque de la MLB en los conflictos es el empresarial y el actual no es la excepción. Ante esto, los gremios solamente pueden apelar a no ceder y jugar sus cartas de manera inteligente.
Lo criticable para el sindicato, en todo caso, es no presionar más públicamente para que se realizara la discusión del contrato colectivo desde finales de 2021. De esta manera se hubiesen posicionados como la parte más preocupada por no perder tiempo. Esto no se hizo y quizás allí hubo una equivocación. No somos en esta tribuna expertos en negociaciones, pero consideramos que la táctica de los empresarios ha sido perder tiempo desde el principio y provocar el pánico.
Pensamos que la industria no tendrá éxito con la presión por el lado del dinero. La asociación debe haber aprendido del pasado y tendría una reserva económica para que sus agremiados resistan el "ataque" de la cancelación de partidos. De este lado también hay herramientas para pelear como la oposición a los playoffs extendidos o las publicidades en las prendas deportivas.
En la asociación saben que no hacer una temporada de 162 juegos implica ganar menos dinero. Pero también tienen en cuenta que pueden negociar el pago completo de sus contratos, especialmente de los peloteros que tienen menores ingresos. Incluso, pueden pactar jornadas dobles y menos días de descanso. Un calendario se puede manipular de las más diversas formas para que todos salgan ganando.
Por eso, cuando la MLB dice que "una fecha límite es una fecha límite" es prepotente y egoísta. Pareciera que no hay intención de llegar a un acuerdo pronto. Eso es verdaderamente lamentable.