EL RELEVISTA | MLB debe resolver el dilema del Salón de la Fama para los peloteros de la era de los esteroides
Por Gonzalo Rodríguez Crespo
El tema vuelve al primer plano de vez en cuando. ¿Qué deben hacer en la MLB con los peloteros acusados de usar esteroides? ¿Deben ser expulsados de por vida? ¿Hay que permitir su entrada al Salón de la Fama? ¿Pueden seguir siendo glorias del béisbol? La discusión es espinosa. Todo se polemiza, o polariza mejor dicho, porque están los que piensan que no importa que hayan jugado sucio y están los que piden su exclusión del deporte. Pero una cosa sí está clara: las autoridades han sido indolentes para resolver el tema y han dejado todo en un limbo.
Se les volvió incontrolable porque los jugadores no consideran importante si este problema les pasa factura o no. Es así porque argumentan que dentro del Salón de la Fama hay algunos, sin dar nombres, que usaron esteroides. Es así porque los números siguen siendo reconocidos, es así porque ven como otros señalados, el caso de Alex Rodríguez por ejemplo, llegan a ser una de las caras de la liga y hasta compiten por ser dueños de un equipo. Y es así porque nadie puede condenar públicamente a los atletas porque permitieron el uso de drogas por muchos años.
Sammy Sosa, quien dio positivo en un control del uso de sustancias prohibidas y señalado de consumir esteroides, dijo que no lamentaba que no haya entrado al Salón de la Fama. Una afirmación increíble porque todo jugador de las mayores sueña con tener un lugar en Cooperstown. Es la culminación dorada de la carrera. Pero el dominicano no lo considera así y esto es una prueba fehaciente de que a las autoridades ya se les escapó de las manos esta situación.
""Es así porque los números siguen siendo reconocidos, es así porque ven como otros señalados, el caso de Alex Rodríguez por ejemplo, es una de las caras de la liga y hasta compite por ser dueño de un equipo". "
- Gonzalo Rodríguez Crespo
La MLB no puede vivir ignorando que tiene a un elefante viviendo en la sala. Primero que nada, hay que llegar a una resolución sobre los casos de Barry Bonds, Sammy Sosa, Roger Clemens, Rafael Palmeiro y Mark McGwire. Por lo que hicieron en sus carreras es de esperar que estén en el Salón de la Fama de una buena vez. Si por la vía de la votación de los periodistas no van a ser considerados inmortales nunca, entonces hay que buscar otra vía para resolver la situación. Lo que no puede pasar es que hayan pasado más de 10 años de esto y todavía no haya una resolución.
También está el dilema moral. La industria por décadas permitió el uso de sustancias prohibidas puertas adentro, entonces no se puede condenar a todos por hacer algo que sabían que estaba mal pero que no hicieron nada para pararlo. Suena duro pero es la verdad.
El béisbol tampoco se reivindica como deporte al castigar a unos tramposos y dejar impunes a otros. Es un remedio peor que la enfermedad. Es una tarea imposible determinar cuántos y cómo estuvieron usando drogas en un vestuario de las mayores por décadas. Por eso lo mejor que pueden hacer es seguir adelante. Lamentablemente muchos quedarán exentos pero es la penitencia que este deporte tiene que pagar.