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EL RELEVISTA | Mookie Betts esperó hasta donde pudo por un contrato millonario con los Medias Rojas

Betts firmó con los Dodgers un acuerdo multianual por 365 millones de dólares
Betts firmó con los Dodgers un acuerdo multianual por 365 millones de dólares / Ronald Martinez/Getty Images
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En la postemporada de 2020 en la MLB se ha ratificado el nivel de estrella que tiene Mookie Betts. Muchos han dicho que fue un acierto para los Dodgers haberlo obtenido en cambio, hacerse cargo de su alto sueldo de este año y además firmarlo con una extensión de más de 300 millones de dólares. Junto con esto, culpan a la gerencia de los Medias Rojas por dejarlo ir. Pero olvidan que, más allá de sentimentalismos, el jardinero esperó mucho tiempo por el gran contrato de los patirrojos, que no llegó y que además financieramente el equipo no estaba en capacidad de ofrecerle.

Hay que recordar que los Medias Rojas no pudieron o no quisieron asegurar su vínculo laboral con Betts en los primeros tres años de su estancia en las Grandes Ligas, algo que se ha vuelto usual en esta era con las estrellas precoces. Fue raro que no ocurriera porque el patrullero estuvo metido entre los candidatos al MVP en su segunda campaña (2015) y fue una de las estrellas de la Liga Americana un año después.

En ese 2016, Betts bateó para una línea ofensiva sideral de .318/.363/.534 con 31 jonrones y 113 carreras remolcadas. Ganó el Guante de Oro, el Bate de Plata, fue a su primer Juego de Estrellas y en la votación del Más Valioso en el joven circuito solo fue superado por Mike Trout, ganador del premio. Tenía 23 años y parecía este el momento ideal para recibir propuestas de dos o tres centenas de millones de dólares. No pasó y lo que siguió fue una larga despedida de tres años.

La oficina de Boston no quiso arriesgarse temprano con Betts y mientras pasaba el tiempo esta posibilidad se congelaba aún más. Luego, le pusieron una lápida a la posibilidad de comprometerse con él por una década cuando decidieron firmar en la agencia libre de 2015 a David Price por $217 millones y a Dustin Pedroia por $86 millones.

Obviamente, nadie sabía que el lanzador zurdo no sería en el Fenway Park la estrella que fue en Tampa Bay, Detroit y Toronto; y que Pedroia se vendría a menos dos años después de alcanzar su gran acuerdo con los campeones de las mayores en 2018. Pero igual Boston tuvo que pagarles.

Para rematar, en lo que respecta a botar dinero a manos llenas, se metieron en un trato por $95 millones de dólares con Pablo Sandoval, en diciembre de 2014. Esto restó maniobrabilidad financiera para hacer frente al hipotético acuerdo por varias campañas con Betts.

Solamente un iluso podía esperar que en 2018 o 2019 los Medias Rojas tuviesen en capacidad de complacer las expectativas de dinero a que aspiraba una estrella como Betts, con legítimo derecho además. Menos aún luego de que al dinero comprometido que se habló anteriormente, se sumaron los pactos con Chris Sale ($145 millones), Xander Bogaerts ($120 millones) y J.D. Martínez ($108 millones).

Ni el gerente general más comprometido con su organización podía "poner dinero de su bolsillo" o sacar dólares debajo de las piedras para lograr la firma de Betts más allá de lo que hizo durante sus últimos tres campeonatos con Boston: acuerdo anuales logrados antes del arbitraje. Boston no se arriesgó cuando pudo y después tuvo que dejarlo ir en un cambio.