EN LA MIRA | José Fernández era un talento único que iba en camino a ser una leyenda del béisbol
Corría el año 2011 y en el draft de ese momento los por entonces Florida Marlins seleccionaron en el puesto 14 a José Fernández, un lanzador cubano al cual le dieron 2 millones de dólares al momento de firmarlo.
Los reportes indicaban que se trataba de un derecho que podía alcanzar las 97 millas con su recta y que también contaba con un slider devastador que era capaz de sacar de ritmo a cualquier bateador.
Fernández impresionó inmediatamente en las ligas menores y en total dejó marca de 14-2, 2.02 de efectividad, 165 ponches y 37 bases por bolas en 138 entradas de labor en 27 aperturas. Gracias a esos implacables números los Marlins decidieron subirlo a MLB el 7 de abril del 2013 para una apertura en Citi Field ante los Mets.
Fueron 5 innings de labor en los cuales permitió una sola carrera, 3 hits y propinó ocho ponches, demostrando que estaba más que listo para jugar en el más alto nivel. Esa temporada terminó lanzando 172.2 entradas, en las que sumó 187 ponches, 12 victorias y efectividad de 2.19. Eso le valió quedarse con el premio al Novato del Año en la Liga Nacional.
En el 2014 los Marlins se llevaron un baño de agua fría cuando se anunció que su cotizado jugador tenía que someterse a la cirugía Tommy John, luego de una apertura el 9 de mayo ante los Padres de San Diego.
Luego del largo periodo de recuperación el cubano finalmente regresó en 2015 y alcanzó a realizar 11 aperturas. Pero lo mejor estaba por venir.
En la campaña 2016 Fernández demostró que ya estaba en la conversación en cuanto al mejor lanzador de la MLB se refiere. Fueron 253 ponches en 182.1 entradas de labor y una excelente efectividad de 2.86. Su WHIP fue un tremendo 1.12.
Cuando todo estaba encaminado para que el joven de 24 años peleara por el Cy Young en cada temporada, apareció la trágica madrugada del 25 de septiembre del 2016. Fernández murió ese domingo en un accidente de lancha mientras navegaba con otros dos amigos frente a las costas de Miami Beach.
Por supuesto ese fue un golpe devastador para el mundo del béisbol, ya que en un abrir y cerrar de ojos se nos iba uno de los talentos más espectaculares que se habían visto en mucho tiempo. Era ese tipo de jugador que siempre querías ver y el cual con su gran carisma y pasión por el deporte, se ganó el corazón de la afición de Miami y de fanáticos de otros equipos.
La organización de los Marlins todavía se está recuperando de esa tragedia, ya que perder a un jugador de ese calibre cambió todos los planes del equipo, ya que mandó a la franquicia a un abismo del cual ahora intenta salir poco a poco bajo el nuevo régimen de Derek Jeter.
Lógicamente es imposible predecir el futuro pero estoy seguro que el brazo privilegiado de José Fernández lo iba a llevar a ser uno de los mejores de la historia de este deporte.
Un talento que se nos fue muy pronto y una sonrisa que todavía se extraña en Miami.