No fue una sorpresa el anuncio de Carlos Correa de que cancelará su contrato con los Mellizos de Minnesota y se convertirá en agente libre en este receso de MLB.
Desde que firmó el pacto con los Mellizos (tres años y $105.3 millones) antes de la campaña de 2022 en las Grandes Ligas se dio por sentado que ejercería una de sus opciones de exclusión.
Correa tenía garantizados $70 millones de salario para 2023 y ahora probará suerte en el mercado, en el que tendrá una nueva opción de conseguir el pacto por al menos $300 millones y 10 temporadas que tiene más de un año buscando.
Viene de dejar números de.291/.366/.467, 22 jonrones y 24 dobles en 136 juegos, y será uno de los mejores jugadores disponibles en la agencia libre.
Sus principales contendientes en cuanto a defensores del campocorto se refiere serán Trea Turner y Xander Bogaerts si finalmente éste no llega a un acuerdo con los Medias Rojas de Boston.
La decisión de Correa deja una cosa en claro: no solo se necesitará tener músculo financiero para contratarlo, sino también ser un equipo ganador.
Eso saca del escenario a equipos como los Orioles de Baltimore o los Cachorros de Chicago, y proyecta sus mejroes opciones hacia la Liga Nacional.
Boston no necesitará contratar a un campocorto de élite teniendo a Trevor Story en nómina y los Yankees de Nueva York tampoco irán esta vez por Correa. Menos ahora, que a la presencia de sus dos prospectos top en la posición se suma la irrupción de Oswaldo Cabrera.
Eso deja a tres equipos como candidatos a presentar las mejores ofertas: los Dodgers, los Bravos de Atlanta (de quienes ya se había dicho negociaban con el boricua) y los Filis de Filadelfia. Todos necesitarán un campocorto de jerarquía, están en posición de pagar lo que Correa pide y son equipos con aspiraciones.