Estados Unidos destrozó a Cuba y defenderá en la final la corona del Clásico Mundial

Después de vencer a Venezuela el sábado en un partido de infarto, para Estados Unidos el encuentro ante Cuba en una de las semifinales del Clásico Mundial de Béisbol de este domingo fue literalmente una práctica de bateo de cara a la final, ganando 14-2 en el loanDepot park de Miami y avanzando a la final, en donde aguardan por el ganador del México vs. Japón de este lunes.

La selección norteamericana sacó todo su arsenal para destrozar al pitcheo de Cuba, que permitió 14 hits e igual número de carreras en un partido de pesadilla para el país.

Paul Goldschmidt bateó su primer jonrón del torneo, Trea Turner - el héroe de los cuartos de final con grand slam - sacudió un par de cuadrangulares para sumar cuatro en el Clásico, y Cedric Mullins coronó la paliza de USA con otro vuelacercas solitario.

Para Estados Unidos fue un partido de calentamiento, usando apenas a tres lanzadores de cara a una final en la que llegan como los favoritos.

Adam Wainwright lanzó cuatro innings de cinco hits y una carrera, Miles Mikolas trabajó por cuatro episodios más y Aaron Loup cerró el cómodo triunfo norteamericano.

La fiesta de Estados Unidos se vio medianamente empañada por el pelotazo en la mano que recibió Nolan Arenado, quien tuvo que abandonar el partido en el quinto inning. Sin embargo, sus rayos X salieron negativos, por lo no hay fractura, a diferencia de lo ocurrido la noche anterior con José Altuve.

Durante el encuentro varios aficionados cubanos aprovecharon para saltar al terreno para pedir la libertad de Cuba, inclusive con pancartas, desviando la atención del juego hacia la situación política de la isla.

Estados Unidos ahora descansará de cara al cierre de un evento que ha sido todo un éxito, con récords de asistencia a los estadios y ratings de audiencia.