¿Fue justa la decisión de no darle el premio MVP a Miguel Cabrera en 2010 en lugar de Josh Hamilton?
Por Mariana Moreno
Josh Hamilton dijo adiós a los campos de MLB en 2015, con el recuerdo de la temporada de 2010 como máximo logro en su carrera de 9 años en las Grandes Ligas.
Ese año el outfielder de los Rangers de Texas fue elegido el MVP de la Liga Americana y todavía hoy, 11 años después, hay un debate sobre si lo merecía.
Hamilton tuvo una temporada brillante: bateó .359 con 32 jonrones, 100 carreras impulsadas y 95 anotadas. Fue el campeón bate de la Liga Americana con promedio de .359 y también lideró los departamentos de slugging (.633) y OPS (1.044).
El estadounidense fue el tercer jugador de los Rangers en batear al menos para .325, 30 jonrones y 100 impulsadas, uniéndose a los ex MVP Juan González e Iván Rodríguez y estableció topes personales en dobles, promedio de bateo, slugging y porcentaje de embase y empató el récord de su carrera en jonrones.
Cabrera, que en ese entonces ya era una estrella con los Tigres de Detroit, también tenía sus méritos. Fue campeón remolcador con 126 y también comandó el OBP con .420.
Ese año tuvo más cuadrangulares que Hamilton con 38 y terminó segundo en la votación. También lo escoltó en promedio de bateo (.328) y OPS (1.042) y ganó el Bate de Plata.
Dos cosas pesaron para inclinar la balanza a favor de Hamilton: su impresionante recuperación (bateaba apenas para .281 en los dos primeros meses de la temporada) y el WAR de 8.7 con el que superó ampliamente al venezolano (6.5).
Sigue pareciendo injusto que Cabrera no se quedara con el MVP habiendo sido mejor en categorías clave para el premio.