Gary Sánchez tiene su última oportunidad y si no batea será cambiado por los Yankees

El dominicano Gary Sánchez llegó a los entrenamientos primaverales de los Yankees de Nueva York enviando un mensaje: no quiere volver a la banca en la próxima temporada de MLB.

Su situación en los Yankees puede ser más complicada que eso. Después de ser desplazado como titular al final de la campaña pasada, tiene que demostrar que lo de 2020 fue solo un mal año (.147, 10 HR, 24 CI) y que regresará a su nivel.

De lo contrario, sus días con el uniforme de Nueva York estarán contados. Las carencias defensivas de Sánchez detrás del plato habían sido compensadas con su tórrida producción ofensiva, pero si no es capaz de ofrecer eso de nuevo quedará fuera de los planes del equipo del Bronx.

Kyle Higashioka se convirtió en 2020 en el catcher personal del as Gerrit Cole y, aunque fue en una temporada recortada, demostró que está dispuesto a asumir el rol de la titularidad.

Para más complicaciones, firmaron al veterano venezolano Robinson Chirinos, que si se gana el cupo en los entrenamientos de primavera puede aportar su experiencia de 9 años en las mayores y que ya pasó una temporada haciendo batería con Cole.

Sánchez estuvo trabajando en ajustes en su swing durante el invierno, primero con los coach de bateo de los Yankees y luego durante su paso por la LIDOM. Sabe que el tiempo está en su contra y que debe mostrar un avance en la primavera si quiere seguir con los de la Gran Manzana.

Aunque de cara al público tanto el manager Aaron Boone como el gerente Brian Cashman muestren respaldo, y se espera que Sánchez sea el receptor del Día Inaugural, la realidad es que el dominicano ya no es intocable. Si no batea lo que se espera de él, lo más probable es que lo cambien.